Curruca tomillera: escasa y discreta
Tallarol trencamates – Sylvia conspicillata (Spectacled Warbler)

Las currucas son pequeños paseriformes que viven en el matorral y la vegetación densa. Eso las hace difíciles de ver y, en consecuencia, resultan desconocidas para el común de los mortales. Pero, solo en Catalunya, cada año crían ocho especies. De la capirotada   y la cabecinegra   ya hablamos en “Conócelas”; son nuestras dos currucas más comunes. Pero hoy sacamos a pasear a la curruca tomillera, notoriamente escasa y localizada. En el año 2002 el atlas de aves nidificantes de Catalunya (ICO) estimaba que, en nuestro territorio, solo se reproducían, en los años buenos, un máximo de 496 parejas, pero la tendencia a la baja era clara y actualmente – 16 años después – el censo puede haberse reducido en algún que otro centenar. Puesto que, además, se ríe de la fama porque la discreción es su lema, resulta francamente difícil de ver.

En el mundo mundial, la curruca tomillera tampoco está muy extendida; es residente en el NO de África, desde Túnez al oeste de Marruecos y también en Chipre e Israel. En invierno algunas se dispersan hacia el sur de estos núcleos, pero, como mucho, 2.200 km. En primavera una parte de la población viaja al norte y se instala para criar en la península ibérica, el SE de Francia, las islas mediterráneas occidentales e Italia. Curiosamente también es residente en las Islas Canarias, Madeira y Cabo verde.

En Catalunya es una especie estival, como sucede en la mayor parte de la península ibérica, con la salvedad de algunos reductos del sur donde es residente.

Prefiere matorral que no exceda el metro de altura ni baje de los 50 cm y eso en entornos áridos o semi-áridos, desde la costa hasta, como mucho, los 2600 metros, más habitualmente por debajo de los 700 metros.

En Catalunya, el mejor sitio que conozco para intentar verla son las zonas altas y peladas del Cap de Creus

La curruca tomillera no es una depredadora ambiciosa; se conforma con pequeños insectos, sus larvas y huevos. Captura saltamontes, moscas, himenópteros y coleópteros de modesta talla. También consume varios tipos de bayas y, ocasionalmente, néctar. El macho se ilustra en la foto de abajo y se parece mucho a la curruca zarcera (Tallareta vulgar) aunque le delata, sobre todo, la zona oscura delante y alrededor del ojo. La hembra saluda desde la foto de cabecera y es tremendamente similar a la de la curruca zarcera, aunque algo más pequeña e “infantil” y con el tono herrumbroso de las alas un poco más vivo, extendido hasta casi eliminar los centros oscuros de las plumas. De punta de pico a punta de cola mide entre 12 y 13 cm.

En las Islas Canarias es la curruca por defecto (en Fuerteventura resulta común) y allí es bastante fácil toparse con una. En Catalunya, el mejor sitio que conozco para intentar verla son las zonas altas y peladas del Cap de Creus ya que, por el interior (hacia el oeste de Lleida y Tarragona) está dispersa y su densidad de población es muy baja. En el Cap de Creus convive con la curruca rabilarga y la cabecinegra y, en épocas de paso, también con la carrasqueña. Dar con ella suele exigir paciencia…

Curruca tomillera: escasa y discreta – ¡Conócelas! 127 – Grupo Local SEO BARCELONA
Macho de curruca tomillera en el Cap de Creus, mayo 2018

Las aves de la A a la Z (SEO/Birdlife)

Servidor d’Informació Ornitològica de Catalunya

Handbook of the Birds of the World

 

 

Salvador Solé

Ornitólogo, fotógrafo, viajero y articulista. Socio de SEO/BirdLife desde 2002, colabora con el Grupo Local SEO Barcelona desde su fundación en 2010 y desde el mismo imparte cursos y charlas, también es guía de excursiones ornitológicas divulgativas.

El portal web GLSEOBarcelona da acceso a los contenidos elaborados por el Grupo Local SEO Barcelona de SEO/Birdlife quien podrá utilizar cookies propias y de terceros para mejorar la oferta de sus servicios. Si continúa navegando, consideraremos que acepta su uso. Puede obtener más información en Aviso Legal, en su apartado Política de cookies.