Gorrión chillón: discreción a gritos
Pardal roquer – Petronia petronia (Rock Sparrow)
A pesar de que su nombre científico suena a beata (la tieta Petronia) este discreto paseriforme, tal como le sucede a la mayoría, no ha alcanzado fama.
Desde el nivel del mar a, muy puntualmente, los 4.800 m, lo podemos hallar en terrenos abiertos y secarrones; laderas rocosas y arbustivas, riscos, parcelas agrícolas con árboles dispersos, incluso frutales, pinares laxos, ambientes esteparios con colinas pedregosas, ruinas en el extrarradio de poblaciones… Sobre todo, necesita oquedades donde nidificar. No suele ser abundante pero también sucede que pasa desapercibido al confundírsele con la hembra del gorrión común (Pardal comú), aunque se ríe de ello porque su abigarrado plumaje con pintas en los flancos, ceja gruesa y franja pileal (una línea clara que le cruza longitudinalmente la coronilla) son rasgos fáciles de ver si estamos atent@s.
La población catalana de gorrión chillón está entre las 12.000 y las 17.200 parejas reproductoras.
La mandíbula inferior del pico de tono amarillento (ni negra ni rosada) y las grandes motas blancas en la punta de las rectrices centrales (plumas del medio de la cola) son otras pistas útiles. Sin embargo, el toque de amarillo canario en la parte baja de la garganta a veces está ausente y, cuando está presente, a menudo cuesta de ver porque contrasta poco respecto al plumaje claro que lo rodea. Igualmente, a la que le pillas el “aire” resulta bastante inconfundible, por cabezón y robusto. De punta de pico a punta de cola mide entre 14 y 15,5 cm. Machos y hembras presentan el mismo aspecto.
Al igual que otros gorriones, se alimenta básicamente de semillas y bayas en invierno, pero, cuando los hay, tampoco les hace ascos a los invertebrados. Ceba a sus pollos con la típica “dieta exprés” para que crezcan rápido; orugas, saltamontes, escarabajos…
Si bien es de hábitos sedentarios, en unas pocas regiones orientales hace moderadas migraciones de corta o moderada envergadura. Su distribución mundial abarca climas templados desde Madeira y las Islas Canarias hasta el este de Mongolia y el centro de China. En Europa es bastante meridional; mitad sur de Francia y de Italia, Grecia, Turquía… También está presente en puntos septentrionales de los países afro-mediterráneos, desde Marruecos a Egipto.
En la península ibérica se halla muy extendido, excepto hacia el NO.
El ICO calculó hace años que la población catalana de gorrión chillón está entre las 12.000 y las 17.200 parejas reproductoras. Las máximas densidades se dan hacia el interior de la provincia de Tarragona pero también es común en Lleida (del prepirineo hacia el sur) y en zonas aptas de l´Empordà. Su población parece razonablemente estable, aunque la intensificación local de la agricultura y los pesticidas lo pueden poner en peligro.
Las aves de la A a la Z (SEO Birdlife)
Servidor d’Informació Ornitològica de Catalunya
Handbook of the Birds of the World
