Reseña de la excursión al Pantano de Foix

A la excursión al Pantano de Foix del 14 de marzo nos apuntamos en 18 de todas las edades, motivados por descubrir lugares nuevos a las puertas de Barcelona, respirar naturaleza, aprovechar un precioso día de invierno tardío en compañía, y, como no, pajarear, pajarear y pajarear.

Repartidos en varios coches salimos de Barcelona rumbo a Castellet i la Gornal donde habíamos quedado con Rafa González, miembro del Grup Local SEO Barcelona e guía de esta excursión. No perdimos la ocasión para dar una vuelta por el pequeño pueblo del Penedès, una joya de arquitectura medieval desde cuyo castillo contemplamos el pantano del río Foix.

Vimos como las aves se iban despertando de sus dormideros y activando a medida que el sol se alzaba en el cielo: garzas reales y cormoranes cruzando el pantano, gaviotas reidoras buscando una ocasión para alimentarse, aviones roqueros y vencejos reales impulsando el vuelo desde la torre del castillo, y pinzones y herrerillos cantando entre las ramas aún sin follaje. El pueblo nos reservó dos sorpresas: un zorzal común zigzagueando entre la vegetación enredadera de la muralla del pueblo, y un roquero solitario macho saltando de techo en techo.

Nos dirigimos con los coches a pocos kilómetros del pueblo, y realizamos una caminata por el itinerario la Ubaga de Cal Bladet. El bosque frondoso no permitía avistar muchas aves, pero sabíamos que allí estaban por sus cantos melódicos. Desde algunos puntos del itinerario teníamos una vista privilegiada al castillo de Castellet i la Gornal.

A continuación fuimos a la masía Les Masses cerca del pueblo de La Ràpita, donde realizamos un pequeño recorrido a pie en un pequeño bosque de rivera del río Foix. Allí observamos especies como el zorzal charlo, el gavilán común y una bandada de gorriones molineros. A la vuelta se unieron al grupo dos compañeros guardas forestales que nos acompañaron a La Font de Sant Llorenç, un cañón sombrío y húmedo, totalmente sumergido en el bosque. Los guardas nos revelaron un rincón bucólico: la Font del Pou del Cagalló, habitada por renacuajos de salamandras. En el cañón había una zona de picnic donde paramos a descansar y a comer, constantemente vigilados por un petirrojo.

El día no podía terminar sin reunirnos todos en un bar a tomar algo y a hacer el recuento de las especies avistadas.

1. Curruca capirotada
2. Garza real
3. Estornino spp.
4. Pinzón vulgar
5. Gorrión común
6. Urraca
7. Lavandera blanca
8. Mito común
9. Gaviota reidora
10. Herrerillo común
11. Paloma torcaz
12. Ánade azulón
13. Cormorán grande
14. Garceta común
15. Avión roquero
16. Tórtola turca
17. Verdecillo
18. Golondrina común
19. Roquero solitario
20. Jilguero europeo
21. Carbonero común
22. Petirrojo
23. Zorzal común
24. Chochín común
25.  Zampullín chico
26. Herrerillo capuchino
27. Mosquitero común
28. Avión común
29. Pico picapinos (oído)
30. Zorzal charlo
31. Gorrión molinero
32. Gavilán común
33. Agateador euroasiático
34. Vencejo real
35. Pito real
36. Mosquitero musical (oído)
37. Cetia ruiseñor (oído)
38. Arrendajo
39. Mirlo común (oído)
40. Gallineta común (oída)
41. Paloma cimarrona
42. Martín pescador
43. Lavandera cascadeña (oída)
44. Colirrojo tizón
45. Curruca cabecinegra
46. Verderón común (oído)
47. Cernícalo vulgar