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Papamoscas papirrojo: papapapi
Papamosques menut - Ficedula parva (Red-breasted Flycatcher)

A bote pronto, si te encuentras este pájaro en el campo dirás: “mira, un peti”. Pero al observarlo mejor aparecen detalles desconcertantes; una cola blanca y negra, ausencia de naranja en mejillas y frente, toda la cabeza gris… Y es que el petirrojo europeo (pit-roig) y el papamoscas papirrojo, aunque de géneros diferentes (Erithacus y Ficedula) son miembros de la descomunal familia Muscicapidae, con sus 345 especies repartidas por Europa, Asia, África y Sureste Asiático, con algunas pocas especies que solo están presentes como reproductoras en Canadá, Alaska y Groenlandia.

En Europa, el papapapi (nadie lo llama así, se me acaba de ocurrir) habita bosques antiguos, mixtos y diversos, especialmente los de hayas, robles y píceas, entre otras especies. Le gusta que hayan claros, grandes árboles y un denso sotobosque. Localmente, también se ha adaptado a viñas y frutales. En invierno puede aparecer en cualquier sitio, incluidos parques urbanos, masas de matorral, arboledas, bosque de ribera… En el Cáucaso sube hasta los 2350 m.s.n.m. pero lo normal es encontrartelo más abajo. Su área de reproducción empieza (por el oeste) en la mitad oriental de Alemania, de Austria y S.E. Suecia pero no pienses que atraviesa el continente; lo más al este que llega – en verano – es al meridiano de los 50º, por Rusia y las orillas meridionales del mar Caspio. En vez de emigrar al sur del Sáhara, como tantas aves que crían en climas frescos y boreales del paleártico occidental, nos sorprende volando a Pakistán y la India, así como a puntos de los Emiratos Árabes Unidos y Omán.

De pico a punta de cola solo mide 11,5 cm, mientras que el petirrojo europeo hace 14 cm. De hecho, el apellido científico parva (latín) significa “pequeño”. No tengo foto de hembra y las dos que muestro son de macho. Ella es la discreción personificada, con alas, partes superiores, dorso y cabeza pardo grisáceas y garganta, pecho y vientre de un crema muy clarito, a veces casi blanco. Su rasgo más distintivo es esa cola de collaba, con plumas centrales negras y laterales blancas. Y es que las collalbas también son miembros de la familia Muscicapidae.

Como buen papamoscas, el papirrojo es insectívoro a ultranza, incluyendo otros tipos de invertebrados como arañas, lombrices y caracoles. Caza a baja y media altura, tanto picoteando por las hojas como haciendo salidas aéreas al estilo del cerrojillo y los mosquiteros. Pero, al igual que ellos, también captura presas en el suelo.

Es un reproductor tardón porque no monta el nido hasta mayo, claro que eso no es tan raro en el caso de las aves migratorias que, una vez llegan a las zonas de cría, tienen la faena de adquirir territorio (los machos) y emparejarse; para cuando han cumplido esas tareas, la primavera está avanzada.

Una vez más, solo la hembra se encarga de la construcción del nido pero es muy flexible a la hora de decidir su ubicación: puede hacerlo en el suelo, en una rama baja (normalmente a entre 1 y 3 metros del suelo, con record de 21 m), en huecos de árbol o incluso en cajas nido. Monta una copa típica con hierba seca, hojas pequeñas (o trozos de hojas), musgo, finas raíces y pelo. Exteriormente lo recubre/camufla con más pelo y, a veces, con liquen. La nidada habitual es de 5 o 6 huevos y normalmente incuba la hembra pero a los pollos los alimentan ambos progenitores. Como sucede con las aves tan pequeñas, los pollos crecen rápido y, en este caso, son independientes al cabo de entre 27 y 29 días tras la eclosión.

En algún momento se calculó la población europea en 343.000 parejas pero a ello hay que sumar la estima de 3.160.000 de parejas en Rusia y las 3150 de Turquía. Aunque la UICN lo clasifica de “no amenazado” (quizás por los muchos que hay en Rusia), este papamoscas depende de los bosques maduros y con diversidad de árboles: un ecosistema que ya no abunda en la industrializada y agropecuaria Europa.

Macho de papamoscas papirrojo en Matheran (N.O. de la India 2-3-2024). Foto de Salva Solé.

eBird

Salvador Solé

Ornitólogo, fotógrafo, viajero y articulista. Socio de SEO/BirdLife desde 2002, colabora con el Grupo Local SEO Barcelona desde su fundación en 2010 y desde el mismo imparte cursos y charlas, también es guía de excursiones ornitológicas divulgativas.

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