Trepador piquirrojo: el vistoso de la familia
Pica-soques bec-roig - Sitta frontalis (Velvet-fronted Nuthatch)
En la península ibérica solo tenemos una especie de trepador (el azul, pica-soques blau, ahora eurasiàtic). En el Paleártico occidental (desde Portugal a Armenia y desde Noruega al norte de África) el total es de seis, que ya es una fracción significativa de las 29 especies de la familia Sittidae que hay en el mundo. El que hoy te muestro es de los más vistosos.
De punta de pico a punta de cola mide entre 12 y 13,5 cm. Algunas subespecies de nuestro trepador azul alcanzan los 17 cm pero también las hay con una talla mínima de 12 cm. El macho adulto de trepador piquirrojo (foto de abajo) presenta una ceja negra tras el ojo de la cual carece la hembra (foto de cabecera). Y ahí termina su dimorfismo sexual.
Se trata de una especie muy sedentaria: ni siquiera está claro que realice desplazamientos altitudinales de verano a invierno. Su área de distribución abarca desde la India hasta Borneo y Java pasando, entre otros países, por Myanmar, Tailandia, Vietnam y algunas zonas del sur de China. Es un ave forestal de amplio espectro que igual se mueve por bosques montanos que por manglares, plantaciones de caucho, café, pinares, casuarinas costeras… Su hábitat óptimo, sin embargo, sería el bosque perenne semi-abierto. Como muy arriba se le ha visto a 2800 m.s.n.m.
Se alimenta de insectos diversos y arañas que captura en troncos y ramas gruesas a media y gran altura; nunca baja al suelo aunque también se le puede ver en tramos bastante bajos de la vegetación. En ocasiones abre y cierra las alas vigorosamente mientras busca comida, quizás para levantar los insectos que se refugian en la corteza.
Nidifica en huecos de árboles, a veces aprovechando los nidos abandonados de pícidos. Si el agujero le resulta pequeño es capaz de agrandarlo a picotazos y si le viene grande puede cerrarlo hasta la medida que considere idónea añadiendo barro en los bordes, igual que hacen otros trepadores, como el azul. Dentro del hueco, ambos miembros de la pareja construyen el nido que consiste en una almohadilla de musgo, frecuentemente mezclado con plumas y cuyo interior forran con pelo y más plumas. La hembra pone entre 3 o 6 huevos. Se desconoce cuánto dura la incubación. Papá y mamá alimentan a los pollos pero tampoco hay información sobre lo que tardan en independizarse o si hay hij@s del año pasado que colaboren con la pareja.
Aunque su abundancia varia según el país y la región, es común en muchos sitios e incluso abundante en sus ecosistemas preferidos. Por eso la UICN lo considera “no amenazado”.
