La marcha imperial de los patirrojos
crónica de la salida ornitológica a los secanos de Lleida mayo 2015

El cernícalo patirrojo tiene un cierto aire napoleónico, no sólo el recuerdo de las águilas imperiales o su propio perfil de “grognard”, es su migración en frente amplio y varias líneas de fondo recordándonos las grandes batallas del XIX lo que los convierte en una épica carga de caballería. La siempre recomendable Web de SEO/Birdlife lo explicita  “la población reproductora de esta pequeña rapaz se desplaza, casi siempre en nutridos grupos, en un amplio frente —que abarca desde la Península Ibérica hasta Oriente Próximo—(…)“, Catalunya formaría parte del ala izquierda de este imponente despliegue de cernícalos que, como el V ejército de Lannes en Austerlitz, se adentrará en la Europa de los grandes imperios centrales.

El Grupo Local SEO Barcelona fue desbordado por este “marea patirroja”, convertidos en observadores asombrados de esta gran maniobra, durante su ya tradicional salida ornitológica anual a los ambientes esteparios de Lleida (“comunidades de sustitución de las estepas naturales, representadas por cultivos extensivos de cereal y leguminosas e interacciones entre éstos y la vegetación natural” como describe en el Plan de gestión y Plan especial de protección del medio natural y del paisaje de los ENP de la Plana de Lleida), que se desarrolló “apoteósicamente” el pasado sábado 23 de mayo. Podéis encontrar más información sobre el paso de los Falco vespertinus en la web del ICO.

Los afortunados participantes de esta salida pudieron deleitarse en varios momentos del día con estos bellos pájaros, individuos aislados o en grupos numerosos  se sucedieron tanto en la primera ruta de la mañana (Preixana), como en la segunda (Alfés).

En la espectacular llanura cerealista de la Zepa Secans de Belianes-Preixana, una concentración de más de cincuenta individuos nos obligó a una larga parada para seguirlos con atención. Su incesante trajín en la caza de ortópteros, sin detenerse un instante, alimentándose en vuelo, se interrumpía para el observador con las visitas  de otras especies que, siendo habituales en el hábitat, no son menos escasas ni menos sorprendentes para observadores ajenos a estos paisajes: carracas, águilas culebreras, alcotanes o palomas zurita.

Esta primera ruta del día ofreció vuelos raudos y observaciones fugaces,  así como otras aves que admitieron miradas más morosas (y enfoques más precisos). Collalbas, cogujadas,  sisones o alcaravanes se sucedieron tras un inicial, y premonitorio, mochuelo apenas comenzada la ruta al borde mismo de Preixana al poco de cruzar el canal. Los grandes espectáculos, las superproducciones quizás tengan más glamour. Cómo competir con auroras boreales,  volcanes polinésicos, rayos y truenos o ñúes por el Serengeti. Otros se llevarán los aplausos, los ¡Oh!, pero el leve tráfico de pájaros color pizarra y sus matices herrumbrosos, sin fuegos artificiales, sin efectos o sorpresas de guión, nos permite un acercamiento más íntimo a ciertos milagros, no lo podrás contar a nietos o amigos, pero te construye un pasado más sólido, aunque no sé si más esperanzado.

Buscando gangas y terreras

Llegados a Vilanova de Bellpuig tomamos de nuevo la autovía camino de Alfés para acometer la segunda ruta programada. El trayecto, entre Alfés y la carretera LV-7021 a la altura de Aspa, recorrió parte de la ZEPA de Secans de Mas de Melons – Alfés, un extenso territorio que recorrimos en dos partes ya que en esta misma ZEPA transcurrió la última parte de la jornada. Se trataba de buscar terreras y gangas lo nos permitió recorrer pistas que propiciaron un nuevo encuentro con otro grupo de cernícalos patirrojos, en esta ocasión una veintena larga de ejemplares dándose su correspondiente festín sobre los campos de cereal.

Antes habíamos disfrutado de bandos de cigüeñas, buitres y milanos dibujándonos las térmicas con su pausada precisión, grandes pájaros inmóviles en el cielo que precedieron a hermosos pájaros en el suelo. Apenas comenzada la ruta en el prematuramente seco terreno, no está siendo esta la lluviosa primavera soñada, al menos una pareja de terreras comunes nos permitió apuntar prismáticos y telescopios para observar  sus distintivas manchas oscuras en el cuello mientras llenaban el aire con sus cantos en sus breves vuelos.  Este hermoso pequeño pájaro marrón, de la estirpe de los hermosos pequeños pájaros marrones,  a pesar de ser una especie común  catalogada como vulnerable a nivel nacional, en Catalunya sufre, como tantas especies, un retroceso que se nos antoja imparable debido a la destrucción de los hábitats esteparios.

Los habitats esteparios están en marcada regresión en Catalunya, siendo la plana de Lleida el área de conservación de especies esteparias más importante  en este territorio. Esta importancia nos lleva desde el Grupo Local SEO Barcelona a repetir anualmente estas salida. No se trata tan sólo de observar a título personal todo el catálogo posible de esteparias en una suerte de exorcismo privado. No es decirnos en voz baja ¡aún estáis ahí! ¡resistid! ¡NO REGARÁN!

No, no nos acercamos al encuentro de terreras y su banda sólo por encontrar a ese viejo amigo del que no sabemos nada, pero nos tiene muy preocupados. No se trata sólo del alivio de un triunfo menor, desde las entidades conservacionistas, ya en sus aspectos recreativos, ya en sus matices de reivindicación, debemos decir estamos aquí porque ellas están aquí y deben seguir estando aquí. Cuando Ignasi me recriminó haber contestado al camarero del hotel del desayuno, que se interesó si eramos una excursión camino de Barcelona para ver al Barça, diciéndole que no, que estabamos dando una vuelta, tenía toda la razón: “¡venimos a ver pájaros! diles que venimos a ver pájaros”, puede parecer modesto o fútil, pero es así: venimos a ver pájaros y tienen que saberlo.

Pero la jornada aún depararía sorpresas, y todas agradables. Nos fuimos internando por la ZEPA hacia el sureste en busca de otro especie amenazada por la desaparición de su hábitat, la ganga ibérica (tenéis un artículo sobre la distribución de la ganga ibérica en Catalunya de  Juan Bécares, Magda Pla, Lluís Brotons y Gerard Bota disponible en la Revista Catalana d’Ornitologia.) En este recorrido, moroso, bajo un sol que empujaba a la modorra,  nuestro curtido guía Salva Solé no dejará terrón, montoncito de piedras, cardo sospechoso o diminuta concentración vegetal  sin un repaso minucioso. Y tanta pasión le llevará frente a un prado de amapolas a un urgente “¡para, para!” y este montoncito sí serán gangas. Por el camino cogujadas, calandrias o trigueros habían permitido salpicar el sueño con nuevas benévolas pequeñas dosis de pájaros marrones.

¡Faltan cosas! ¡más madera!

Hambrientos ya nos arrastramos en busca de bocadillos (¡y collalbas negras!) hacia Cogul, punto tradicional de refrigerio, que nos deparó antes de emprender la tercera ruta del día el reencuentro con el roquero solitario, los aviones roqueros y la puntual, aunque esta vez un tanto esquiva, collalba negra. En este roquedo donde se encuentran las famosas pinturas prehistóricas de arte levantino, parada obligada en nuestra particular ruta de los secanos de Lleida aprovechamos para realizar la foto de grupo.  Pero ya sin pausa emprendimos el trayecto entre el yacimiento del  Cogul y Castelldans. La carretera transcurre en  un paisaje de roquedos y terrazas cujltivadas que nos ofreció nuevas oportunidades. Collalbas negras y rubias, águila culebrera, o la aparición de un pequeño grupo de golondrinas daúricas marcaron el recorrido.

Hace ya tres años Salva incorporó a la jornada primaveral de las estepas un recorrido por la reserva de Mas de Melons, en esta ocasión el tradicional recorrido, desde Castelldans hasta la masía Mas de Matxerri, se complementó con el trayecto desde esta misma masía hasta la de Mas de Melons en lugar de volver a Castelldans por el mismo camino. Este improvisado complemento fue posible gracias a la información recibida indicándonos que la pista para este último trayecto estaba en condiciones y que en Mas de Melons podíamos encontrar cernícalos primilla. Así en el trayecto inicial fueron apareciendo abejarucos, mochuelo, cogujadas montesinas, chovas piquirrojas, así como especies más frecuentes para nosotros: abubilla, grajillas o tarabilla común.

Ya en Mas de Melons la fortuna propició una pareja de primillas y un alcaudón real que, junto a la tórtola europea que nos despidiría ya en la carretera, se convirtieron en colofón de una gran jornada.

Sólo me queda agradecer a Salva Solé por su trabajo, fotos  y entusiasmo (¡y esos entrenadísimos ojos!), a Jesús por afrontar sus ¡2000 fotos! de la jornada con tanta premura para permitirme ilustrar esta entrada, y a todos los participantes por permitirme compartir con ellos estas experiencias recordando a los dos que faltan, no daré nombres, que ya tardan en hacerse socios de SEO.

A continuación va la lista de especies, la he confeccionado sobre mis propias observaciones por lo que algunos bichos que ¡snif! me perdí no figuran. Si algún amable participante me envía otras listas se añadirán.