Escribano crestado: la oveja negra
Sit crestat - Emberiza lathami (Crested Bunting)
Toda familia tiene su oveja negra y esta es la de los escribanos. Con una cresta exagerada y el cuerpo negro lustroso a excepción del pico, las alas y la cola, a primer golpe de vista el macho (foto de abajo) ni siquiera parece un escribano. La hembra (foto de cabecera) es menos sorprendente y sus discretos colores no permiten adivinar el aspecto del consorte.
Solo encontramos escribanos de la familia Emberiza en los continentes eurasiático y africano (44 especies). También en Japón, norte de Filipinas y algunas islas de China. Pero, ojo, porque hay otros 6 escribanos, mayoritariamente boreales, que conforman la familia Calcarius y son exclusivos de Norteamérica y la Eurasia septentrional.
El escribano crestado vive desde la India hasta el este de China. En la mayor parte de su área de distribución es residente pero en la mitad occidental de los Himalayas solo aparece a la hora de reproducirse.
Habita laderas despejadas y secas, cubiertas de hierba o rocosas, en terrazas cultivadas con arbustos dispersos y peñas. En invierno baja de cota en algunos lugares y entonces prefiere los pastizales, tanto en terreno agrícola como en regiones arbustivas secas. Presente desde el nivel del mar hasta, como mucho, los 2440 m de altitud en verano.
De punta de pico a punta de cola mide 16 cm. Teniendo en cuenta que el escribano soteño (gratapalles) está entre los 15 y los 16,5 cm podemos decir que el crestado es un escribano de talla normal que se vería pequeño junto al escribano triguero pues nuestro cruixidell, como poco, mide 17 cm y puede llegar a los 19.
El escribano crestado come, siempre por el suelo, pequeñas semillas de pasto – incluidos granos caídos – y algunas semillas de maleza. Durante las invasiones de hormigas aladas las añade a la dieta, no en vano nutre a sus pollos con larvas de insectos.
Tal como sucede con aves extendidas por amplias regiones geográficas, su época de reproducción varía. Y lo hace para criar durante las épocas lluviosas locales (monzones). Hasta donde se sabe, es un ave monógama que solo realiza una puesta anual. El nido lo construye la hembra aunque el macho aporta algunos materiales. En un hueco del suelo, en una grieta a poca altura, bajo una roca y/u oculta por matorrales, ella crea una copa típica con raicíllas, musgo, pelo animal y hierba seca. Pone una media de 3 huevos (como mucho, 5). Solo incuba la hembra pero el macho ayuda a alimentar a los pollos. Nada se sabe sobre cuánto dura la incubación o lo que tardan en volar los juveniles. Se ha documentado algún caso de parasitación de nidada por parte del cuco común (cucut). Las fases reproductivas de muchas aves de Asia, Sureste asiático, Oriente Medio, Centro y Sudamérica todavía están escasamente documentadas
La UICN lo considera “no amenazado” en función de la amplitud de su área de distribución y su abundancia en muchos sitios. Como le gusta vivir en zonas de cultivos aterrazados y otros tipos de terreno agrícola, se ve que algunas actividades humanas le benefician. Como rara vez se juntan más de 100 ejemplares, tampoco llega a constituir una plaga. No obstante, a lo largo de un viaje de 47 días por el oeste de la India, solo lo hallé en un sitio: Mount Abu. Y menos mal que resultó ser una especie confiada que permitió el retrato de los escasos ejemplares que conseguí observar.
