Escribano soteño: discreto y frecuente
Gratapalles – Emberiza cirlus (Cirl Bunting)

Hay pájaros que transitan la vía del medio; ni tropicales ni boreales pues lo suyo es el clima mediterráneo. Dicho así, suena a cosa suave, pero, si analizas lo que nos cuentan los telediarios cada año, eso abarca un enorme rango de temperaturas que va desde los – 8º C que traen los frentes polares en las mesetas interior hasta los + 42º C de las olas de calor sahariano en Andalucía; ¡50º C de diferencia! Añádele el hecho de que las poblaciones marroquíes pueden afrontar temperaturas superiores a los 42º C en verano y las del norte Francia, inferiores a los – 8º C en invierno. Claro que no está solo ante el termómetro porque otras muchas aves mediterráneas soportan similares extremos térmicos. Es lo que tiene el clima templado… Así que el escribano soteño se ríe por igual del frío y del calor.

Es un ave residente (no migratoria) y frecuenta entornos arbustivos con o sin arbolado disperso, bordes forestales, laderas montanas y diversos ámbitos agrícolas. En verano puede subir hasta los 1.500 metros para criar, pero habitualmente vive y se reproduce más abajo. En los meses fríos puede hacer cortos desplazamientos altitudinales hacia las cotas inferiores.

El escribano soteño aparece incluido en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas de España en la categoría “De interés especial”, su estatus en Catalunya es de “Preocupación menor”.

Las poblaciones más septentrionales las hallamos en el SO de Inglaterra y el sur de Alemania, con pocas parejas. Las más meridionales están en Marruecos, hasta la altura de Fuerteventura (ausente en las Islas Canarias). Hacia el este se extiende por la mitad occidental de Turquía. También está presente en países como Eslovenia, Italia, Bulgaria, Grecia…

En Portugal y la península ibérica es un ave localmente común, igual que sucede en Catalunya, donde el ICO calculó una población aproximada de medio millón de ejemplares. Eso es un montonazo de pájaros, pero el escribano soteño está tan repartido que, en general, no se puede decir que abunde. Los escribanos son menos propensos a ocultarse que, por ejemplo, las currucas, pero, si no cantan, tienden a pasar desapercibidos.

Ave residente en Catalunya con un contingente calculado de medio millón de ejemplares.

 De punta de pico a punta de cola mide entre 15 y 16,5 cm. La hembra se presenta en la imagen de cabecera y el macho en la foto de abajo. Durante los meses de abundancia (digamos entre abril y septiembre) consume muchos invertebrados, desde saltamontes a avispas pasando por lombrices y arañas, pero el resto del año se nutre de semillas de arbustos, hierba y cereales, una dieta tan cabal como extendida entre los paseriformes.

Supongo que hace años, quizás algún que otro siglo atrás, cuando en Catalunya alguien lo vio hurgar repetidamente entre el rastrojo del trigo, se le ocurrió bautizarlo como “gratapalles”, aunque es un nombre que se podría aplicar a muchos fringílidos, sobre todo en invierno.

Escribano soteño: discreto y frecuente – ¡Conócelas! 156 – Grupo Local SEO BARCELONA
Macho de escribano soteño, Òrrius (Barcelona) abril 2016

Las aves de la A a la Z SEO Birdlife
Servidor d’Informació Ornitològica de Catalunya
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Salvador Solé

Ornitólogo, fotógrafo, viajero y articulista. Socio de SEO/BirdLife desde 2002, colabora con el Grupo Local SEO Barcelona desde su fundación en 2010 y desde el mismo imparte cursos y charlas, también es guía de excursiones ornitológicas divulgativas.

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