Ánsar indio: por encima de los Himalayas
Oca de l’Índia - Anser indicus (Bar-headed Goose)
¿Cuántos patos hay en el mundo? Según las listas taxonómicas del 2024, que poco a poco se van unificando, cosa de 174 especies dividas en 53 géneros. En Catalunya, contando invernantes escasos, cada año vemos aprox. 20.
El ánsar indio realiza una proeza difícil de comprender: atraviesa los Himalayas volando a entre 6.000 y 10.000 m.s.n.m. No es un ave planeadora, así que bate constantemente las alas lo cual supone un esfuerzo importante y un notorio consumo de oxígeno… que apenas hay a esas alturas. Sin hablar del frío: para mantenerse caliente también necesita energía. Ignoro qué adaptaciones metabólicas ha desarrollado para poder hacer eso: no he leído nada al respecto pero es un fenómeno digno de estudio.
Esta especie cría en humedales mesetarios a entre 4000 y 5300 m de altitud, preferiblemente cerca de afloramientos rocosos, de la mitad oeste de Mongolia, el extremo occidental de China, todos los países limítrofes con esa región – Kazajistán, Kirguistán, Tajikistán, Afganistán, Pakistán y Extremo N.O. de la India (Cachemira y Ladakh) – y un par de zonas en el sur y el centro de China. A finales de verano y principios de otoño vuela hacia sus cuarteles de invernada en el centro de Pakistán, la India, Bangladesh, S.E. de Nepal, Miyanmar, Buthan y S.E. de China. Visto esto, es evidente que no todas las poblaciones traviesan los Himalayas (algunas ya crían en ellos) pero sí la mayoría. Pasa el invierno en humedales de baja altitud y clima entre templado y tropical.
Su envergadura máxima – de punta a punta de alas – es de 160 cm y su longitud total, con el cuello estirado, de punta de pico a punta de cola, va de los 71 a los 76 cm. Es, pues, más pequeño que nuestro ánsar común (oca comuna), que llega a los 180 cm de envergadura y los 89 cm de longitud. Tal como sucede con la totalidad de miembros del género Anser (11 especies) no hay dimorfismo sexual: machos y hembras presentan el mismo aspecto.
Se alimenta de vegetales: tallos, hojas y brotes de plantas, hierbas y juncos. También consume raíces, tubérculos, bayas, semillas (incluidas las cultivadas, como judías y guisantes) y algas tanto de agua dulce como de salada. Adicionalmente come invertebrados; insectos y crustáceos.
Vamos con un dato curioso: los machos (los que pueden, claro) crean harenes permanentes: hasta cinco hembras con un solo “sultán”. Y, por lo visto, esas uniones poligínicas son bastante sólidas, con bajo índice de infidelidades.
Cría colonialmente en bandos de hasta 1000 ejemplares. El nido suele ser terrestre: una depresión somera contruida con materia vegetal y plumón generalmente ubicada en islas de ríos o lagos (sean salados o dulces) pero hay casos en que nidifica en árboles o en acantilados. Mientras no sufra molestias humanas o depredación, para nidificar parece que cada año regresa al mismo sitio o a un enclave muy cercano. Cad hembra pone entre 4 y 6 huevos. El macho no incuba pero parte del éxito de la puesta depende de su vigilancia y de su capacidad para ahuyentar a los depredadores como zorros y aves rapaces.
Los ansarones abandonan el nido al día siguiente de haber eclosionado y ya se empiezan a alimentar por sí mismos fijándose en cómo lo hace su madre, que los acompaña y los lleva de aquí para allá. Realizan los primeros vuelos a los 53 días de edad y el grupo familiar permanece unido durante la migración otoñal y el primer invierno. No está claro si regresan juntos en primavera. Los jóvenes ya podrán reproducirse en su segundo o tercer año.
La IUCN lo consideró casi amenazado porque su población sufrió un descenso importante durante el siglo XX. Posteriormente ha sido un poco protegido (se le sigue cazando en China, donde es más abundante) pero parece que se ha recuperado parcialmente. Su población global se calcula en entre 16.800 y 18.900 ejemplares y actualmente (2024) se le clasifica como “no amenazado”.
