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Cucaburra común: un martín cazador
Cucaburra comú - Dacelo novaguineae (Laughing Kookaburra)

Recordemos que la familia Alcedinidae abarca las 117 especies de martines pescadores que hay en el mundo, divididas en 18 géneros. Dacelo es uno de esos 18 y cuenta con 6 especies, todas ellas repartidas entre Australia y Papúa Nueva Guinea.

La cucaburra común es tanto un martín pescador como un martín cazador pues pilla todo tipo de invertebrados y pequeños vertebrados. Su amplia dieta ha sido exhaustivamente estudiada y solo destacaré lo que me ha llamado más la atención, peces a parte: caracoles, arañas, cangrejos, lombrices, lagartos, serpientes, pequeñas aves adultas (por ejemplo, codornices), pollos e incluso las sobras del picnic. Aquellas partes indigeribles de sus presas las regurgita en forma de egagrópilas, igual que las rapaces nocturnas.

Vive en bosques diversos de eucaliptus que van desde los algo áridos a los húmedos de ribera. Y es que en Australia hay como 600 especies de eucaliptus, adaptadas a todo tipo de terreno y clima.

El área de distribución de la cucacuburra común abarca los hábitats aptos del tercio este de Australia y ha sido introducida tanto en la punta S.O. del continente como en Tasmania y otras islas del entorno australiano. Incluso en Nueva Zelanda. Se trata de una especie sedentaria; la mayoría de ejemplares se recapturaron a menos de 10 km de donde se anillaron. Pero algunos divagantes – quizás arrastrados por tormentas – han llegado a las islas de los maorís.

Si lo hubiese en Australia, nuestro coqueto blauet podría ser parte del menú de la cocaburra común ya que ésta mide hasta 42 cm de punta de pico a punta de cola, mientras que el martín pescador común a duras penas llega a los 19,5. Las hembras de la cucaburra tienden a ser levemente más grandes que los machos y tener la parte alta del obispillo (zona oculta bajo las alas cuando está posada) de un azul más apagado que el macho.

Si lees habitualmente estos artículos te habrás preguntado porque tan rara vez hablo de las vocalizaciones, algo que casi todas las aves producen para comunicarse e incluso para defenderse: el problema es que me parece imposible trasladar los sonidos de las aves a nuestro alfabeto, por mucho que las guías de identificación se hayan esforzado tradicionalmente en ello. Hay aplicaciones como “Merlin” y webs como “Xenocanto” donde puedes encontrar gratuitamente grabaciones del 99% de las aves del mundo. Pero una de las características más notorias de la cucaburra común son los duetos de carcajadas dementes interpretados por la pareja como parte de sus paradas nupciales. Si buscas en YouTube “Laughing Kookaburra call” encontrarás varios vídeos que testimonian ese espectáculo sonoro.

Las parejas de cucaburra común son permanentes y defienden un territorio durante todo el año. Pero no están solas ya que el matrimonio suele estar acompañado por entre cuatro y cinco juveniles – mayormente machos – nacidos de puestas anteriores que comparten el territorio y ayudan a defenderlo. Aunque la mayoría de disputas con las parejas vecinas (y sus acólitos) son rituales, con bravatas sin consecuencias, se han documentado muertes en las peleas más encarnizadas.

El nido se ubica en el hueco natural de un árbol vivo (60%) o en un termitero arbóreo (16%). Ocasionalmente cava un hoyo en un talud terroso o en balas de paja. Más raramente acepta una caja-nido. Se registró el caso de un nido que fue ocupado de forma intermitente (y por varias parejas) a lo largo de 60 años.

Lo habitual es que la puesta conste de 2 o 3 huevos. Se supone que las puestas de 5 huevos han sido obra de dos o tres hembras. El macho alimenta a su conyugue desde seis semanas antes de realizar la puesta a unos pocos días después. La incubación dura entre 24 y 29 días. Los juveniles ayudantes incuban entre un 5 y un 32 % del tiempo y proporcionan entre el 10 y el 61% de la comida a los pollos. El nido de la cucaburra es un estercolero con muchos parásitos ya que los pollos a veces defecan en él (en vez de hacerlo fuera). Al año siguiente, se echa nuevo material vegetal sobre el estropicio y aquí no ha pasado nada. Los pollos tardan entre 32 y 40 días en salir del nido y siguen siendo alimentados por el “equipo” hasta entre 6 y 10 semanas después. Aunque la cucaburra común puede reproducirse en su segundo año, muchas lo retrasan hasta el tercero e incluso el cuarto. Ello implica buscarse un territorio propio y acabar formando una nueva familia con ayudantes. El primer año, cabe suponer, es el más difícil.

Hay todo un catálogo de aves, serpientes, mamíferos y lagartos varanos que intentan depredar sobre los neonatos, de ahí que sea más efectivo defenderlos en grupo. Pero en un estudio se constató que el 10 % de los polluelos fueron asesinados por sus hermanos mayores.

La IUCN considera a la cucaburra común no amenazada ya que se ha beneficiado del impacto humano en el medio ambiente, adaptándose a pueblos, ciudades y cultivos. Tanto es así que la población total de esta especie se calcula en 65.000.000 de ejemplares.

Cucaburra común en el Centennial Park de Sydney (Australia 5-10-2017). Foto de Salva Solé.

eBird

Salvador Solé

Ornitólogo, fotógrafo, viajero y articulista. Socio de SEO/BirdLife desde 2002, colabora con el Grupo Local SEO Barcelona desde su fundación en 2010 y desde el mismo imparte cursos y charlas, también es guía de excursiones ornitológicas divulgativas.

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