Colirrrojo tizón: el sastrecillo valiente
Cotxa fumada - Phoenicurus ochruros (Black Redstart)
El colirrojo tizón es uno de los pocos pajarillos que, aun en España, resulta más audaz que temeroso – aunque no tanto como el petirrojo europeo – y bastante abundante en amplías áreas de nuestra geografía, siempre en ecosistemas abiertos. Miembro de la extensísima familia turdidae (336 especies en todo el planeta) se halla extendido desde Portugal hasta China, si bien algunas poblaciones invernan en la India y el N.E. de África.
En Catalunya hace una migración altitudinal desde los valles de media y alta montaña (en los Himalayas llega a criar a 5.200 mts.) hasta las tierras bajas y las costas.
Cada vez se los ve más a menudo en las grandes ciudades cuyo entorno le es suficientemente afín a su hábitat rocoso nativo. Come insectos y bayas, mide 14 o 15 cmts. de punta de pico a punta de cola y los sexos presentan un fuerte dimorfismo sexual pues las hembras son de color pardo claro uniforme, excepto por la cola, que sigue siendo, al igual que en el macho, anaranjada con las plumas centrales más oscuras.
El machote de la foto luce el plumaje adulto “ortodoxo” de la subespecie P. o. gibraltariensis, que es la propia de la península ibérica.
La foto está tomada cerca del aparcamiento de Cal Tet (Delta del Llobregat) un buen sitio para verlo, como tantos espacios abiertos, durante el invierno.
Su nombre vernáculo catalán presenta una ambigüedad de significado que no estaba prevista cuando, antiguamente, se la tildó de “fumada”. Por eso cabría suponer que la cotxa fumada se ríe tontamente, de nada. Pero dado que cualquier ave lo tiene mal para liarse pitillos, ese debe ser una bulo infundado.