Crónica de la salida al delta del Ebro
septiembre 2024

Estamos a mediados del mes de septiembre, finalizando el verano y próximos a empezar el otoño siguiendo el calendario astronómico que todos sabemos (porque el otoño metereológico ya empezó el pasado uno de septiembre, según su calendario). Desde el punto de vista ornitológico es momento de cambios importantes, las especies de aves reproductoras estivales que lo han hecho en nuestas tierras pero no son residentes aquí, o hace algunas semanas que empezaron a marchar o están a punto de hacerlo. Otras especies están de paso por nuestras tierras, procedentes de regiones más norteñas donde se han reproducido para dirigirse a sitios más meridionales como el continente africano con el fin de evitar los rigores invernales de la Región Boreal, siendo este mes uno de los que dicha migración es más acentuada. Y finalmente empiezan a llegar del Norte algunas de las especies que pasarán el invierno por estos pagos con la misma motivación que las anteriores.

Es ahora cuando, finalizada la pausa veraniega que buena parte de los humanos realizamos en nuestras actividades habituales del año y que a algunos los lleva a alejarse de sus lugares de residencia, nos reencontramos los miembros del Grupo local de SEO/Birdlife en Barcelona para realizar una de nuestras salidas habituales anuales, la que nos llevó el  pasado sábado 14 al Delta de l’Ebre (o del Ebro en castellano). Con un doble motivo, primero finalizar con una sálida práctica el curso de aves limícolas que el compañero Salva Solé impartió en días anteriores con su habitual maestría actuando él mismo en calidad de guía de la salida, y segundo, aprovechar dicha circunstancia por el resto de miembros del grupo local para visitar la citada zona, una de las más importantes para las aves de nuestro país, en uno de las mejores épocas del año para ello.

Así que el citado sábado algo después de las ocho de la mañana nos reunimos en la localidad de L’Ampolla, a la entrada del Delta, los distintos vehículos de la totalidad de los participantes en la salida, habiéndolo hecho previamente la mayoría de ellos en la ciudad de Barcelona a primerísima hora, aún de noche. 

Tras los saludos de rigor empezamos nuestra marcha cruzando las tierras del Delta hacia el lugar previsto de nuestra primera parada. En esta época ya está bien avanzada la siega del arroz, cultivo mayoritario y que conforma el paisaje principal que se puede observar en estas zonas más interiores del Delta, de modo que fuimos cruzando campos en  distinto estado, algunos ya segados, muchos de estos con agua y barro mezclados con los rastrojos, otros que se estaban segando en esos momentos, y otros aún con el arroz crecido esperando serlo. Todo esto propicia la presencia de diferentes aves, algunas en gran cantidad y que se van repitiendo, aves que pudimos ir observando mientras nos desplazábamos y que luego veríamos con más tranquilidad en algunas de las paradas y lugares de observación. Así en los campos señalamos la gran abundacia de gaviotas, sobre todo reidoras y patiamarillas, con algunas sombrías por en medio. También ardeidas, con muchas garcetas comunes, y algo menos garcetas grandes y garzas reales, y esta vez obervándose mucho menos la garcilla bueyera. Y numerosos bandos de morito común, especie que en los últimos años se ha convertido en unas de las aves más frecuentes del Delta. Algunas rapaces tratándose mayoritariamente de individuos del aguilucho lagunero occidental, con algún que otro cernícalo vulgar. Y siguiendo los canales de riego que cruzan los campos se podían ver algunos fumareles cariblancos.

Vuelvepiedras común (Arenaria interpres) en el delta del Ebro, foto de Salva Solé

Nuestra primera parada fue en la conocida tradicionalmente como Finca DACSA, una explotación en la mitad sur del Delta dedicada a la siembra de césped para luego ser replantado en distintas instalaciones humanas, como parques y jardines, instalaciones deportivas, etc. Hace pocos años este era un lugar habitual donde por estas fechas coincidíamos diversos grupos de “pajareros”, debido a la abundancia de especies migratorias e individuos observables, en especial de las llamadas aves limícolas, que se beneficiaban de las características del terreno y sus condiciones de humedad que provocaban una gran cantidad de alimento en forma de invertebrados, lombrices, etc. Entre las especies de aves más comunes no era muy difícil que de vez en cuando aparecieran algunos ejemplares de especies mucho más escasas, algunas consideradas “rarezas” en nuestro país. En los últimos años parece que en esta zona este fenómeno se ha reducido considerablemente debido a diversos cambios producidos, de forma que en nuestra salida las observaciones fueron bastante más limitadas que en otras ocasiones anteriores. Aún así pudimos detectar entre las limícolas, uno de los principales objetivos de nuestra salida por lo mencionado al principio, una buena cantidad de chorlitejos grandes, con algunos ejemplares del chico entre ellos, lejanamente algunas avefrías europeas y un par de vuelvepiedras común. Entre ellos había paseriformes como eran muchas lavanderas boyeras con alguna blanca, algunas collalbas grises, grandes bandos de estorninos, etc. En los campos de alrededor salieron un par de garzas imperiales y una garcilla cangrejera, especies estivales reproductoras de las que ya por estas fechas muchos individuos han migrado hacia el sur, y de las que luego veríamos unos pocos ejemplares más.

De allí tomamos rumbo hacia la torre de la Gola del Migjorn, parando un momento antes en la  muy próxima zona conocida como el Violí, formada por algunas lagunas rehabilitadas recientemente. La Gola del Migjorn corresponde a una antigua desembocadura del Ebro actualmente inutilizada por el rio pero que constituye un canal que delimita la Illa de Buda, zona de acceso restringido por ser uno de los principales santuarios para las aves del Delta. La torre observatorio está en la parte exterior a la isla pero desde ella se puede observar un sector de la misma.

Antes por el camino apareció una de las dos águilas calzadas que veríamos en el dia y luego algún ejemplar de la actualmente escasa tórtola europea. Ya entre la zona del Violí y la torre de la Gola destacar la aparición en vuelo de un par de águilas pescadoras y una pagaza piquirroja. Y subidos finalmente en la torre pudimos ver en la isla concentraciones algo lejanas de anátidas, siendo las especies más frecuentes el ánade azulón y la cerceta común, con algunos cucharas comunes, resultando extraño que no se pudieran identificar otras especies que por la zona y la época resultan relativamente frecuentes aquí. Sí que vimos un par de espátulas comunes, fochas comunes, y entre los limícolas ejemplares de avoceta común, cigüeñuela común, archibebe claro, chorlito gris, y dos o tres lejanas canasteras comunes.

Archibebe claro (Tringa nebularia) en el delta del Ebro, foto de Salva Solé

A continuación seguimos hacia uno de los extremos del Delta, el inicio de la Barra del Trabucador. Actualmente sólo se tiene acceso al inicio de esta barra que cierra la Badía dels Alfacs y llega hasta la Península de la Punta de la Banya. Nos encontramos que este trozo inicial estaba lleno de gente disfrutando del dia, paseando por la playa y algunos intentando bañarse, digo intentando por lo someras de las aguas, también con un par de grupos de jinetes montando a caballo, algunos de estos incluso metiéndose dentro del agua montados haciendo que los animales trotaran medio sumergidos en el agua y tirando alguna vez al agua a alguno de sus jinetes. Todo lo cual hacía que lo que menos se veían aquí eran los pájaros que habíamos venido a buscar, alejados con tanta actividad humana. Aún así aquí salieron nuestras primeras gaviotas de Audouin y un par de gaviotas cabecinegras posadas entre tanta gente y vehículo. Nos entretuvimos unos minutos viendo en un cañizar de la playa algunas paseriformes en migración, concretamente cuatro o cinco mosquiteros musicales,  acompañados de algún cistícola buitrón.

Abandonamos la zona para ir a la comprendida entre las Salinas de Sant Antoni por un lado y por el otro el trozo de la laguna de La Tancada situado al lado de las instalaciones de MónNatura. Allí desde el observatorio existente pudimos añadir a nuestra lista de aves nuevas especies junto con algunas ya vistas. A parte de los numerosos en esta zona flamencos comunes ya vistos antes, estaban presentes un grupo de más de veinte pagazas piquirrojas acompañadas de un buen grupo de otros estérnidos, en concreto charranes comunes y charrancitos comunes. Entre las especies de limícolas numerosos correlimos comunes y entre ellos algunos menudos, chorlitejo patinegro, archibebe común y claro, andarrios grande y chico, algún chorlito gris, etc. Anátidas y fochas ya vistos, y entre ellos como especie nueva algún tarro blanco.

Salimos ya que era la hora de comer hacia la finca de Riet Vell, cuyas instalaciones y campos son propiedad de la empresa vinculada a nuestra entidad, SEO/Birdlife, como muestra de lo que representa y puede representar el cultivo del arroz ecológico en la comarca del Delta. Allí en la zona de bancos y mesas que hay en la entrada nos sentamos para dar buena cuenta de las viandas que cada uno llevaba para la comida. Mientras lo hacíamos algunos papamoscas cerrojillos nos acompañaron revoloteando por encima nuestro. Cuando acabamos nos dirigimos al observatorio junto a la laguna permanente que se encuentra en el interior de la finca.

Allí además de otras especies ya vistas observamos nuevas especies como algunos martinetes comunes en los tarayes al final de la laguna, vimos finalmente próximos algunos zampullines comunes y gallinetas comunes, paseriformes como el carricero común, el gorrión molinero, y ya en el camino de vuelta hacia la salida un par de papamoscas grises.

Desde aquí nos dispusimos a efectuar el trayecto hacia el hemidelta Norte cruzando todo el Delta no sin antes parar por en medio en la localidad de Sant Jaume d’Enveja para tomar un café o el refrigerio que le viniera de gusto a cada uno, y hacer un poco de tiempo para afrontar ya la última parte de la salida.

Después de cruzar multitud de arrozales y canales llegamos a la costa de la Badia del Fangar, en el norte del delta, parando primero en el lugar conocido como Port d’Illa, un puertecito de donde salen las embarcaciones que se dirigen a las mejilloneras de la zona para su mantenimiento y demás labores asociadas. Este puerto presenta en su parte final grandes acumulaciones de conchas de mejillones y ostras cultivados en las bateas de la bahía y que son dejados allí. Los habituales de la salida saben desde hace años que en este sitio es fácil ver al vuelvepiedras común, alimentándose entre las conchas de los ínvertebrados y restos orgánicos que pueda haber, cosa que pudimos comprobar viendo a un grupo de una treintena de ejemplares moviéndose por la zona y que se dejaron fotografiar a placer durante unos minutos hasta que levantaron el vuelo.

Seguimos por la pista de la costa del Goleró en la Badia del Fangar ya de vuelta hacia la salida del Delta viendo que el nivel del agua en la bahía era muy alto lo que hacía que a parte de algunas especies muy comunes como gaviotas y flamencos no apareciera nada nuevo significativo, en especial nuevas especies de limícolas que tanto buscábamos y que no debían sentirse a gusto con tanta agua. Y cuando después de un par de paradas sin demasiado éxito aprovechamos la última para hacer la foto del grupo y nos disponíamos a subir a los coches para finalizar el día, se animó el cotarro en unos instantes. Primero apareció alguna pagaza piquirroja y luego hasta tres águilas pescadoras distintas, y una de ellas después de varios intentos finalmente hizo honor a su nombre atrapando un pez en la superficie del agua que se llevó para posarse en un rótulo colocado en medio del agua y dar cuenta de él en unos breves momentos antes de alejarse definitivamente. A continuación nos sobrevolaron un par de grupos de zarapitos trinadores. Finalmente para incrementar nuestra lista detectamos en el agua de la bahía los únicos ejemplares que vimos en la jornada de pato colorado, una hembra, un somormujo lavanco, así como posados encima de unos postes en medio del agua unos cuantos charranes patinegros, por otro lado todas especies que normalmente son fáciles de ver en las salidas al Delta. Y para rematarlo cuando ya en los vehículos nos dirigíamos hacia el exterior del Delta, en unos arrozales inundados paramos para ver un numeroso grupo de calamones comunes junto con tres andarrios bastardos (especies de las que ya se había visto antes algún individuo pero no por la totalidad del grupo ni tan bien), junto a numerosos ejemplares de algunas limícolas de especies ya vistas. 

Y ahora sí nos dirigimos hacia L’Ampolla donde nos despedimos y separamos los participantes en esta excursión ornitológica para volver cada uno a su punto de origen, suponemos que todos bien satisfechos con el resultado final de la misma. Salvando las distancias y que tal vez no aparecieran todas las especies que algunos de los participantes hubieran deseado y esperado en tal sitio podemos decir  como conclusión que “el Delta nunca defrauda”. Agradecemos desde aquí el interés y la colaboración prestadas por todas las personas asistentes a la actividad.

Asistentes a esta salida

Adjuntamos listados de las aves observadas en formatos excel y pdf

Listado Delta de l´Ebre 14-9-2024

Listado Delta de l´Ebre 14-9-2024

¡Os esperamos en la próxima!

 

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