Jacana africana: caminar sobre las aguas
Jacana africana - Actophilornis africanus (African Jacana)
Dentro del gran orden Charadriiformes (limícolas y afines) se sitúa la familia Jacanidae. Aunque solo cuenta con 8 especies, está divida en 6 géneros. Las jacanas son tropicales y las hay en Centro y Sudamérica, África, el sur de Asia, el sureste asiático, Papúa Nueva Guinea y norte de Australia.
La jacana africana está presente en todos los países del África subsahariana allí dónde hayan aguas dulces, sean permanentes o estacionales, que alberguen vegetación flotante: nenúfares, lechuga de agua, jacinto de agua… Como muy arriba hasta los 2000 m.s.n.m. (en Etiopía), pero normalmente bastante más abajo.
De punta de pico a punta de cola mide entre 23 y 31 cm. La hembra es más grande y pesada que el macho, pero ambos presentan el mismo aspecto y hay solapamiento de tamaño entre las hembras más pequeñas y los machos más grandes, así que cuesta decir quien es quien. En la foto de cabecera, el tercer ejemplar – contando desde la izquierda – es un joven de pocos meses, menos rojizo, con la franja de la nuca marrón en vez de negra y el pico más gris que azul.
La jacana africana es carnívora y depreda sobre invertebrados acuáticos y semi-acuáticos desde caracoles hasta cangrejos pasando por insectos, arañas y gusanos. Gracias a los larguísimos dedos y uñas de sus pies (poco visibles en mis fotos) es capaz de caminar sobre la vegetación flotante sin hundirse, algo que, por ejemplo, no podría imitar una garcilla bueyera (espulgabous). Así, tiene a su disposición mucha comida y solo competiría con avecillas del tamaño de las lavanderas que, por su poco peso, también pueden caminar sobre los nenúfares. Pero el pájaro más grande que ocupe ese microecosistema se llevará la parte del león. Busca a sus “víctimas” no solo allí dónde se ven si no también bajo las hojas y entre las raíces. Puede subirse a los hipopótamos para cazar moscas. De vez en cuando come alguna semilla.
Se la considera poliándrica – las hembras se reproducen con varios machos – pero flexible, habiendo parejas monógamas. Cada macho tiene un territorio de alimentación y cría de polluelos y cada hembra abarca los territorios de varios machos, defendiendo de otras hembras – al menos durante la temporada de cría – ese conjunto de territorios masculinos. Pero los machos pueden acabar teniendo por pareja hembras distintas cada año. A ver quien se anima a filmar culebrones sobre la vida marital de la jacana africana… ¡Vaya lio!
El macho es quien se encarga de construir el nido, que consiste en una plataforma endeble de vegetación flotante en su mayor parte sumergida. Pero a veces la hembra pone los huevos directamente sobre las plantas, sin nido. Al igual que en otras – no muchas – especies de aves (los falaropos, por ejemplo), la jacana africana tiene los roles invertidos y es el macho quien se encarga de incubar los huevos, alimentar a los polluelos y defenderlos. A mediodía hace tanto calor que el sufrido papá pasa más tiempo dando sombra a los huevos que incubándolos. A veces transporta los huevos bajo el ala para llevarlos a un nuevo nido. Ten en cuenta que cualquier cocodrilo o hipopótamo que pase por allí puede suponer un riesgo. Pero las hembras ponen nidadas de reemplazo y/o huevos en nidos de nuevos machos. Aún así, la mayoría de huevos se pierden y solo llegan a eclosionar – de media – un 26%. Sin embargo la supervivencia de las crías es del 90%. Los machos enseñan a los polluelos los alimentos adecuados y también los puede transportar bajo las alas si hay que salir corriendo. Los jóvenes se independizan al cumplir entre 40 y 70 días de edad. Desarrollan el plumaje definitivo al cabo de un año.
No existe un censo global de esta especie, pero dada su extensa área de distribución y su abundancia en enclaves idóneos, la IUCN la considera “no amenazada”. Si se desecan humedales la jacana africana desaparece localmente. No obstante, puede trasladarse a otros lugares aptos.