Colibrí volcanero: exhibirse desde la percha
Colibrí dels volcans - Selasphorus flammula (Volcano Hummingbird)
Tercera especie de colibrí que muestro en “Conócelas”. Tercera de las 363 especies que abarca la familia de los colibrís (Trochilidae), una de las más numerosas de los no paseriformes y exclusiva de las Américas con representantes distribuidos desde el sur de Alaska hasta el sur de los Andes.
El colibrí volcanero no cría por debajo de los 1800 m.s.n.m. ni por encima de los 3500 y tampoco vive en cualquier país ya que solo habita herbazales montanos con arbustos y límites de bosques – muy a menudo en laderas de volcanes – desde el centro de Costa Rica hasta el extremo oeste de Panamá. Después de reproducirse desciende de cota, hasta los 1350 m de altitud en algunos casos. Calculo que, para eso, apenas ha de recorrer entre 3 y 15 kilómetros; no se le puede llamar migratorio ya que distancias como esas las recorren muchas aves pequeñas a diario solo para ir a buscar comida. Mejor decir que realiza movimientos estacionales de corto alcance.
Con entre 7,5 y 8 cm de punta de pico a punta de cola y un peso máximo de 2,8 gramos, se trata de un colibrí de los chiquitines. Las hembras (foto de cabecera) tienden a ser más grandes que los machos aunque, como máximo, son 5 mm más largas. El macho – foto de abajo – puede pesar solo 2,5 g. En Costa Rica y Panamá hay insectos mucho más grandes y pesados que este pajarillo.
Debido a la escasa longitud de su pico, liba de flores pequeñas. Pero también aprovecha las perforaciones que ciertos abejorros y la familia de paseriformes del género Diglossa (en castellano llamados pinchaflores) practican en la corola de flores grandes para acceder al néctar. Además captura pequeños insectos, sobre todo moscas, incluso sacándolas cómodamente de telarañas. Fuera de la época de cría el macho – a veces también la hembra – defiende, ante otros colibrís pequeños macizos de flores de las que se alimenta… siempre que parientes de mayor talla e igualmente territoriales no lo echen de allí.
Se reproduce entre finales de agosto y febrero. Los machos se exhiben en perchas bien visibles y realizan vuelos de exhibición que consisten en picados planeados de entre 20 y 30 m que realiza mientras abren y cierran las alas y cola. Esto lo hacen especialmente cuando pretenden seducir a la hembra de otro congénere. Los territorios de los machos miden aprox. 15 x 15 metros. En el centro del territorio está la percha – generalmente una ramita pelada – desde la que se exhibe. Su rutina; llega a la percha 30 minutos después de la salida de sol y la abandona dos horas antes de que se ponga. La información escasea apartir de aquí: parece que, como la hembra nidifica fuera del territorio del macho, debe ser ella la que construye el nido, incuba en solitario y saca adelante a los pollos. Mientras tanto, el macho sigue con su show nupcial, ocupandose solo de eso y de alimentarse. Pero se trata de una mera especulación basada en que hay bastantes especies de aves cuyos machos se desentienden totalmente de la puesta y la descendencia.
El nido del colibrí volcanero es una tacita compacta de telarañas y “pelusa pálida” ubicada en la rama de un matorral a entre 1 y 5 metros de altura o en una raíz que sobresale de un talud terroso de carretera. Prefiere taludes orientados a sur o al oeste.
Si bien es una especie de distribución restringida, la IUCN la considera no amenazada porque resulta común en muchos sitios, entre ellos algunos parques nacionales bien protegidos. Además, le favorece la deforestación – un problema que Costa Rica y Panamá no han solucionado – pues la destrucción del bosque deja tras de sí pastos arbustivos que son de su gusto.
