Quebrantahuesos: el gran triturador
Trencalós – Gypaetus barbatus (Bearded Vulture)

No creo que nadie niegue que esta es una de las aves más singulares y que se ríe de lo convencional. Su especialización resulta asombrosa, como si a la madre naturaleza se le hubiese ido la mano con el tema de la sostenibilidad. Seguramente ya sabréis que, cuando los demás buitres han terminado de descarnar un cadáver, allí donde hay quebrantahuesos llegará él para llevarse buena parte de los restos óseos; su dieta depende de ellos en entre un 70 y un 90%. Prefiere los huesos viejos a los frescos (quizás porque son más ligeros) y los grandes a los pequeños. Si puede elegir, se queda con los que posean mayor contenido graso. Sus potentes jugos gástricos digieren tanto la médula como el hueso en sí. También consume restos de carne e incluso, de forma esporádica, cadáveres de animales pequeños y medianos, desde lagartos a marmotas. Se le ha visto tragarse egagrópilas de Búho real (Duc), que son ricas en huesecillos.

Entre un 70 y un 90% de su dieta son huesos, aunque también consume otro tipo de restos animales.

Cuando se le ofreció un cacho de carne y un hueso, eligió el hueso. Fémures, espinazos, coxis… los huesos que resultan demasiado grandes para tragárselos enteros los parte dejándolos caer sobre rocas planas desde una altura que varía entre los 20 y los 80 metros. Así que, en las excursiones montanas, cuando camines sobre roca, ten un ojo en el cielo, no sea que te caiga un cráneo de vaca. Aunque no me consta que se haya dado este tipo de accidente, resulta conveniente estar atent@s para no pasar por alto la presencia de esta especie, que es de lo más espectacular, con su larga cola romboidal y una envergadura alar que puede alcanzar los 280 cm. Machos y hembras presentan el mismo aspecto (ausencia de dimorfismo sexual) pero el color anaranjado que suelen lucir en vientre y pecho no es suyo de ell@s si no cosmético; lo adquieren a base de bañarse en agua ferrosa. Cuando ese recurso no está disponible, el cuerpo del quebrantahuesos adulto es de un blanco cremoso.

La pinta que luce el adulto típico la podéis ver tanto en la foto de cabecera como en la del final, pero opino que el juvenil de esta especie es el ave de aspecto más siniestro de Europa; juzgadlo en la foto siguiente.

Como los datos del Atles dels ocells nidificants de Catalunya se remontan al 2002, he recurrido a la web del Departamento de Territorio y Sostenibilidad de la Generalitat de Catalunya, que ofrece información del 2017. Allí te explican que en los años 80 solo quedaban cinco o seis parejas de quebrantahuesos en Catalunya pero los programas de recuperación aunados a una mejor gestión (y no siempre “mejor” significa “buena”, solo “menos mala”) han dado su fruto; ahora crían en nuestro país 97 parejas distribuidas por las siguientes comarcas; La Vall d´Aran, L´Alta Ribagorça, El Pallars Sobirà, El Pallars Jussà, La Noguera, L´Alt Urgell, La Cerdanya, El Berguedà, El Solsonés, El Ripollés i Osona. Resumiendo; básicamente Pirineos y pre-Pirineos.

En el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial y Catálogo Español de Especies Amenazadas aparece en la categoría de “En peligro de extinción”

Aunque ha medrado, el quebrantahuesos sigue amenazado por el uso de venenos; ocho ejemplares fueron encontrados envenenados entre 1994 y 2013. ¡A saber cuantos no han sido hallados! El choque contra tendidos eléctricos es otra causa de mortandad y también limita su distribución la prohibición de dejar ganado muerto en el campo. A consecuencia de ello, pasa a depender de la ubicación de los comederos legales pues la población actual de ungulados salvajes daría de comer a muchas menos parejas. También se han constatado algunas pérdidas de nidada causadas por escaladores.

Fuera de Catalunya, el quebrantahuesos está muy disperso por Eurasia y África; Lo encontramos en el Atlas marroquí, los Pirineos y los Alpes. Luego cría en la isla de Córcega y la de Creta, en Turquía y el norte de Egipto. Desde ahí hacia el este, en los hábitats adecuados, su área de distribución abarca Irán, Afganistán, Pakistán, Uzbequistán, Cachemira, los Himalayas (India y Nepal), el centro de China y la mitad occidental de Mongolia. Está presente en la esquina SO de la península arábiga y, en el África subsahariana lo hallamos en el este de Sudán del Norte, Etiopía, Eritrea, Uganda, Kenia, Tanzania, Lesotho y su entorno inmediato en Sudáfrica. Puede criar en un amplio rango de altitudes; desde los 400 a los 4.400 metros, siempre en oquedades y cornisas de acantilados, donde monta un gran nido típico, construido a base de palitroques pero tapizado con pieles y lana.

Fuera de la cordillera del Himalaya, donde todavía campa a sus anchas y se le ha observado volar hasta los 8.000 m de altitud, esta es una especie habitualmente escasa y amenazada en muchos países donde las parejas reproductoras se cuentan con los dedos de las manos. En Europa (Pirineos y Alpes) los programas de protección y reintroducción han ido recuperando la especie, pero las poblaciones insulares todavía son muy escasas y precarias.

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