Gorrión común: el ave del año
Pardal comú - Passer domesticus (House Sparrow)
En el siguiente enlace se anuncia la elección del gorrión común como ave del año 2016, en un breve texto que explica las razones de dicha decisión. Pero recordad que – en Catalunya, España y el mundo – hay bastantes aves que estarían contentas con haber sufrido solo un descenso del 10% en sus poblaciones durante los últimos diecisiete años. Además, el gorrión común no ha cesado de colonizar países en todo el mundo.
Sin duda es preocupante su progresiva escasez en Europa y los gobiernos harán bien en prestar atención a esa señal que, como bioindicador, nos proporciona.
Pero en Catalunya todavía puede considerarse abundante y, de hecho, en mis registros (iniciados en 1997) es el pájaro que más a menudo encuentro ya que lo he detectado en 461 de mis 512 excursiones con registro sistemático (hasta la fecha). Después, en frecuencia, vendría la urraca común (con 424) y en tercer lugar la lavandera blanca (con 394). Bandadas compuestas por varios cientos de ejemplares se concentran en granjas e instalaciones agrícolas. Pero si nos alejamos unos pocos kilómetros de las zonas antropizadas, ya no es tan fácil hallarlo pues se ha acostumbrado a depender de lo que el ser humano le hace al medio ambiente. Aun así, a veces (tal como se está viendo en Europa) también él es víctima de la mala gestión de la naturaleza, aunque insisto, mucho menos que la mayoría de especies restantes.
Su área de distribución natural (donde no ha sido llevado por el hombre) son los climas templados y a lo sumo subárticos del continente euroasiático, con puntos en la costa norteafricana.
Sin duda, se ha beneficiado – directamente y motu proprio – de la extensión que la agricultura ha tenido a lo largo de la historia en esta parte del mundo. No obstante, se halla ausente, o todavía es poco común, en el S.E. de China y el sureste asiático. De la mano del ser humano ha colonizado América del norte y del sur, zonas de Siberia, Tailandia, Japón, Islas Seychelles, Sudán, Eritrea, Etiopía, Costa de Ivory, Uganda… Creo que podemos decir que el Gorrión común, al menos a nivel mundial, se ríe de la extinción. Ojo, que de eso se reía también la paloma migratoria (Ectopistes migratorius) pues en 1871 se calculaba su población en 136 millones, pero el último ejemplar murió en el zoo de Cincinnati en 1914…
La dieta del gorrión común es principalmente vegetariana, consumiendo sobre todo semillas y hierba, aunque también bayas, brotes y fruta. La materia animal compone un 10% de su alimento, pero es un 10% muy variado que incluye desde ranas chiquitinas hasta pequeños cangrejos, pasando por toda la gama de insectos y bichos variados. Con ellos alimenta a sus crías en los primeros tres días de vida para luego irlos pasando al régimen vegetariano. Y, por supuesto, aprovecha mucha de la comida que la gente tira al suelo; pizza, magdalenas, gofres…
De punta de pico a punta de cola mide entre 14 y 18 cm. Al profano, las hembras y los jóvenes le parecen de otra especie ya que presentan un plumaje distinto en tonos ocres y cremas con toques de marrón oscuro. Los machos adultos van perdiendo el “babero” negro conforme avanza el otoño, pero lo empiezan a recuperar antes de que termine el invierno.
La foto está tomada en el parque de la Ciutadella, a orillas de un estanque.