Jilguero yanqui: hace honor a su nombre

Spinus tristis (American Goldfinch)

 

En verano, una parte de la población de este fringílido se adentra en Canadá para criar y en invierno los más viajeros “descienden” hasta México. Pero, aun así, pienso que su nombre está bien escogido ya que el 85% de sus efectivos, en cualquier época del año, se mueve por los EEUU. La nomenclatura científica nos aclara que es un pariente cercano del jilguero lúgano o Lluer (género Spinus) no tanto del jilguero europeo o Cadernera (género Carduelis).

La foto de cabecera muestra a la hembra adulta y la de abajo al macho, con su boina negra. De punta de pico a punta de cola mide entre 11,4 y 12,8 cm, siendo los machos, en promedio, ligeramente más grandes que las hembras.

Como corresponde a un ave tan presente en tantos estados, acepta gran diversidad de ecosistemas, desde herbazales y campos encharcados a matorral diverso pasando por arboledas, lindes forestales, terreno agrícola, suburbios, parques y jardines. Necesita agua cerca. Le gusta dormir en densos bosques de coníferas.

Se alimenta de semillas de muy diversas plantas, desde hierbas a árboles (aliso, abedul, cedro, olmo…). Entre el cardo negro y el girasol prefiere el cardo. Pero acepta la pipa pelada. Se ha documentado la ingesta de algas y de savia de arce. También algunos pulgones que quizás estaban en las semillas consumidas. Parece claro que es un vegetariano estricto ya que ni siquiera los pollos – a diferencia de tantas otras aves granívoras – catan los insectos, pues son alimentados con una pasta de semillas regurgitada por sus padres.

En esta especie, la construcción del nido es una tarea exclusivamente femenina que, eso sí, cuenta con la vigilancia del macho, quizás para que no le roben el material una vez depositado. El por qué no trabajan ambos y terminan antes, tal como sucede a menudo entre las aves, es uno de tantos misterios de la ornitología.

La invasión europea de Norteamérica le favoreció porque la tala de bosques para crear terreno agrícola y la vegetación sucesional (la que brota tras la tala) le han proporcionado más sitio donde alimentarse y reproducirse. En consecuencia, se ríe de la penurias de la supervivencia, más aun gracias a los miles y miles de comederos, particulares e institucionales, disponibles en la época de mayor necesidad (invierno). Ahí los podéis encontrar, poniéndose morados a pesar de lo amarillos que son…

Macho de Jilguero yanqui (Peshekee Grade – NE EEUU 23-5-2022). Foto de Salva Solé.

Birds of the World

Salvador Solé

Ornitólogo, fotógrafo, viajero y articulista. Socio de SEO/BirdLife desde 2002, colabora con el Grupo Local SEO Barcelona desde su fundación en 2010 y desde el mismo imparte cursos y charlas, también es guía de excursiones ornitológicas divulgativas.

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