Chorlitejo chico: más bien ojigualdo
Corriol petit - Charadrius dubius (Little Ringed Plover)
En “Conócelas” ya hablamos del chorlitejo patinegro (Corriol camanegre) que tuvo el triste privilegio de ser “Ave del año 2019”. Pero todavía faltaban dos chorlitejos comunes por comentar. Hoy le toca el turno al chorlitejo chico, que no es que sea más pequeño que el patinegro pero ya sabemos que no siempre los nombres son acertados.
Ojigualdo sería un adjetivo más coherente ya que incluso los ejemplares jóvenes como el de la foto de cabecera, presentan un anillo ocular amarillo – tan estrecho en los jóvenes – que a menudo se necesita un telescopio para apreciarlo. La foto de cabecera también me sirve para presentar el plumaje juvenil de los chorlitejos (en general) que, hasta aprox. los tres meses de vida, aparece escamado. Y un tercer detalle: el color de las patas de este chorlitejo oscila entre el anaranjado y el rosa pálido sucio, pero si están manchadas de fango puede que no se aprecie bien el color.
Lo veis ahí, tan mono, correteando como un muñequito a cuerda, y no se delata que su dieta es carnívora al 100%, tragando moscas, larvas de insectos diversos, libélulas, escarabajos, grillos, arañas, camarones y otros invertebrados. También se ha constatado que devora renacuajos de rana bermeja (Rana temporaria).
De punta de pico a punta de cola mide entre 14 y 17 cm. En plumaje nupcial la hembra se diferencia del macho por unos toques de color pardo arenoso en las plumas auriculares (las que tapan el oído) y la parte lateral del collar, tal como se aprecia en la foto de abajo. El macho tiene esos dos detalles de color negro. En plumaje de eclipse, el tono pardo está mucho más extendido en ambos sexos y entonces yo no los sabría distinguir.
Desde la mitad oriental de Pakistán hasta Vietnam y Filipinas, las poblaciones de esta especie son residentes, al igual que en Papúa Nueva Guinea y Nueva Bretaña. Es invernante en una ancha franja de países subsaharianos, así como en Indonesia, el SE de China y zonas puntuales de la península arábiga. Como especie estival reproductora lo hallamos en Marruecos, Argelia y Túnez, en toda Europa (excepto Irlanda y extremo norte de Escandinavia) la Rusia Boreal y hasta Japón, aunque hay una gran área de ausencia en el centro de China y centro y sur de Mongolia.
En Catalunya, el chorlitejo chico cría, aunque en bajas densidades, no solo en los típicos humedales costeros si no también en muchos cursos fluviales. En el año 2.002 el ICO estimaba su población catalana reproductora en un máximo de 2.800 ejemplares adultos. Es de suponer que, conforme ha mejorado la calidad de nuestros ríos, con el control de vertidos y la expansión de las depuradoras, esa cantidad habrá aumentado, aunque no sé si mucho o poco. Unos cuantos individuos se quedan a pasar el invierno en zonas litorales (las más templadas). Y en paso primaveral llega a resultar abundante, contándose a cientos, durante semanas, en la finca DACSA (Delta de l’Ebre).
Aunque ha acusado declives de población en muchos sitios, también se ha adaptado a nidificar en depuradoras y balsas artificiales, a poco que el personal lo respete. Se ríe de la prudencia porque incuba en el suelo pelado y a menudo en zonas con frecuentación humana, apuesta que a veces le sale bien (porque evita los depredadores naturales) y a veces mal a causa de los pisotones, los niños y los perritos.
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