Un recorrido por el sur de la ZEPA Río Guadalope – Maestrazgo
El maestrazgo es uno de esos lugares inabarcables donde todo parece fabular una extraña danza de gigantes, los cortados, las absortas laderas, se suceden en un vaivén interminable de sol y rocas. Buscar en estas inmensas sucesiones de piedra el rastro minúsculo, el lugar exacto donde se produce un canto o interpretar un ligero temblor como un pájaro es un imposible que te arrastra y sumerge en un sueño calizo. En una suerte de mediodía eterno el sol perfila las piedras, estratos que suceden a estratos, mientras cada hueco individual, cada cornisa específica o cada minúscula barranca son anulados por un paisaje que se impone a todo como una presencia absoluta, así, pliegues o escarpas, todo es engullido por un monstruo mineral. No sé muy bien si por ello o contra ello, el Grupo Local SEO Barcelona decidió aprovechar un par de días del pasado mayo para recorrer este pequeño pedazo de Marte, buscando aquellos pájaros que nadan sobre esta gran ola de piedra.
Comienza la aventura
Muy temprano, demasiado, partimos camino de Villarluengo (Teruel). La planificación minuciosa, el largo camino y la abundancia de hitos obligaban a que la caravana tuviera que aplicarse para intentar, no siempre con éxito, adaptarse a los horarios previstos para que este primero de mayo se presentara paradójicamente cargado de trabajo. Un taxi a las cinco y media de la mañana es como pertenecer a una familia desestructurada, dentro es malo, pero estar fuera es peor, y si, como era, nuestra primera meta incluía un vertedero próximo a Alcañiz, la idea de no encontrar un taxi parecía un buen plan. Pero los designios eran otros, incluían acercarnos, tras el vertedero, hasta Albalate del Arzobispo para un vistazo a la ribera de río Martín y, tras la comida, una corta ruta desde el Mirador de Los Estrechos. Montoro de Mezquita en lontananza se convertía en un penúltimo paso previo antes de aposentarnos en Villarluengo.
Tras una breve parada junto al pantano de Mequinenza, pantano que nos depararía una pareja de cisnes vulgares, para reponer fuerzas, el vertedero de Alcañiz se reveló como un lugar excelente para la observación de milanos, cigüeñas blancas, o buitres leonados, al tiempo que el entorno permitía alguna observación interesante como coloreados pardillos comunes, verderones, currucas cabecinegras o verdecillos, acompañados por el canto de un cuco que se intuía volar entre las dispersas encinas.
Llegados a Albalate, la ribera del Martín, en el propio casco urbano, nos permitió disfrutar de aviones comunes y golondrinas recogiendo barro para sus nidos, idas y venidas de afanosos operarios, mientras indiferentes al trajín industrial verderones y pardillos se aseaban cerca de ellos. Pretendidos ornitólogos convertidos en turistas, turistas con extrañas impedimentas y ópticas simulando ser observadores de aves, se dispersaron buscando piedras o bichos, soñando los menos con un bar y una cerveza. Este trajín permitió un colirrojo real, que junto a golondrinas, aviones y vencejos apaciguaron los ánimos de los que esperando un frugal condumio de caminante, se encontraron frente a un pantagruélico desfile de carnes asadas. Quién más, quién menos, hizo frente a sus obligaciones y hubo ánimo para salir camino de la siguiente parada.
El mirador de los estrechos, cerca de Albalate, forma parte de la ruta de Los Estrechos que atraviesa el Parque Cultural del Río Martín, es una ruta bien señalizada y ampliamente documentada, a la que su facilidad de acceso no resta espectacularidad ni valores ornitológicos. Buitres, aviones roqueros y currucas acompañaban el camino hacia el cañón que el río ha propiciado, mientras al fondo del barranco, en las riberas del río Martín, ruiseñores y zarceros competían por hacerse oír.
Información para el Acceso al mirador de la ruta de Los Estrechos de Albalate.
Entonces se sucederían los páramos y los barrancos hasta que ya cerca de nuestro destino final, en el mínimo y hermoso Montoro de Mezquita tuvimos la suerte de conocer a José Luis Lagares que en una animada charla llena de entusiasmo nos pintó el panorama de la observación de aves en la zona. Unas breves pinceladas sobre el estado de conservación natural de los parajes que recorreríamos al día siguiente sumadas a la emoción y amor por el entorno. En el video podéis ver un fragmento de su charla que tuvo lugar a la sombra de los riscos que encauzan el río Guadalope
Y la sierra se llamaba Palomita
Un recorrido por el valle del Palomita subiendo hasta la sierra del mismo nombre para, sin pausa, dirigirnos a Cañada de Benatanduz. Por la tarde ya en Villarluengo se programaba un recorrido por el bosque de ribera que el río Palomitas forma en el barranco al pie del pueblo, para terminar la jornada con una subida al monasterio que domina el pueblo desde las alturas de Monte Santo. ¡Y se suponía que lo hacemos por placer! La ornitología sólo se debería practicar si eres un vizconde inglés recorriendo con las manos en los bolsillos tus propias fincas, cualquier otra opción es trabajo, pretender vislumbrar fugaces matices del ocre mientras corres el riesgo de despeñarte debería hacerte dudar de tu cordura. Pero allí no había ningún cuerdo y las carreras por montar los telescopios se sucedieron una y otra vez.
En cierta forma la locura no nos defraudó, y la mañana que comenzó, aún en el casco urbano, con su sucesión de gorriones chillones, carboneros y herrerillos, jilgueros y ya en las eras exteriores collalbas grises, se extendió en las sucesivas paradas con sus zarceros, pinzones y collalbas. Se fatigaron las laderas donde el fino oído de nuestro coordinador permitió llegar hasta la estrella de la jornada: un alcaudón dorsirrojo, pero hubo otras, se fueron sucediendo paisajes y pájaros y aunque el dorsirrojo se resistió al resto de la expedición, su búsqueda permitió descubrir perdices, tarabillas, escribanos soteños o currucas que resultaron ser zarceras, siempre bajo el vuelo de buitres, chovas piquirrojas o esporádicos cernícalos. Quien esto escribe fabuló algunas aves que la distancia o la impericia no confirmaron, pero intuyó o quiso intuir una muy lejana perdicera que el paisaje, pero no la memoria, engulló con rapidez.
La mañana derivó hacia la pereza del sol llenando prados y caminos de silencio, dejando como únicos habitantes los buitres y las chovas que se disputaban el aire. Continuamos la ruta hasta llegar al sorprendente paisaje que el mirador de Cañada de Benatanduz permite sobre el río Cañada, pero ya el sol lo había devorado todo y solo nos quedaba retirarnos hacia Villarluengo esperando que su caída volviera a propiciar los pájaros. ¿Pero quién quería esperar nada? apenas terminado el condumio, sin reposo o pausa nos dirigimos por la empinada cuesta, diabólica en el retorno, que desde el pueblo lleva a las huertas y prados. Este es un agradable bosque de ribera que el río Cañada propicia a su paso bajo el cortado rocoso que soporta a Villarluengo. Aunque aún era pronto para que volviera el guirigay de los pájaros pudimos contentarnos con algunas rapaces: gavilán, buitres leonados, una pertinaz águila culebrera, que junto a algún pequeño, más oído que visto, petirrojo, o alguna incierta curruca puntearon el recorrido. A pesar de todo, o quizás como causa original, el paisaje se imponía a todo apenas herido por el grito ocasional de alguna chova. Aunque algunos quisimos dar por terminada la jornada y retirarnos a jadear en la intimidad, no debían terminar aquí los afanes del grupo y ya casi en la caída de la tarde nos dirigimos a los restos del monasterio que sobre el monte Santo preside y vigila Villarluengo.
Despedida y cierre
Ya el domingo las previsiones eran visitar Castellote y la Estanca de Alcañiz donde un grupo de socios de SEO/Birdlife nos esperaba. Durante el viaje una larga parada en una paramera poblada de sabinas permitió contemplar totovía y bisbita campestre, ambas muy bien recibidas. Pero fue mucho abarcar y la visita a la ermita del barranco nos retrasó bastante, por lo que una vez en la Estanca no fue posible realizar un recorrido por la zona, como hubiera sido nuestro deseo, debiendo contentarnos con un breve repaso con los telescopios de la laguna. Este ligero contratiempo tiene sus ventajas: no quedará otro remedio que organizar una salida específica a esta interesantísimo salar, donde sí hubo tiempo de añadir algunas aves a nuestra lista, ánade azulón, pato colorado, zampullín común, somormujo lavanco, carricero tordal, gaviota patiamarilla, fumarel cariblanco o fumarel común.
No me queda sino señalar que desde el Grupo Local SEO Barcelona queremos agradecer la información y la desinteresada colaboración de todos los que nos han ayudado en la preparación y realización de esta ruta ornitológica. Entre otros a Ricardo Rodríguez de KARALOM, a Jose Luis Lagares, no sólo un admirable ornitólogo (lo que ya nos da suficiente envidia) sino también (lo que remata lo de la envidia) afortunado consorte de la casa rural el Obrador y Valloré del Maestrazgo , a Arturo Bobé de Seo Teruel y a Luis Tirado Seo Zaragoza, al Museo Virtual del Maestrazgo y a los amigos de Ricardo Rodríguez que nos esperaban en la Estanca de Alcañiz, su paciencia fue un regalo para nosotros al que esperamos poder responder en el futuro.
Fernando amablemente nos ha preparado una lista de sus observaciones, su pericia hará que tal lista sea exhaustiva (quitando la curruca tomillera que la realidad de sus apreciaciones, y la inexorabilidad de la cámara, convirtió en zarcera). Si alguno de los participantes observara olvidos, errores u omisiones, lo discutimos y rectificamos: va por ustedes.
cisne vulgar | Cygnus olor | bisbita campestre | Anthus campestris |
ánade azulón | Anas platyrhynchos | lavandera cascadeña | Motacilla cinerea |
pato colorado | Netta rufina | lavandera blanca | Motacilla alba |
zampullín común | Tachybaptus ruficollis | petirrojo europeo | Erithacus rubecula |
somormujo lavanco | Podiceps cristatus | ruiseñor común | Luscinia megarhynchos |
garza real | Ardea cinerea | colirrojo tizón | Phoenicurus ochruros |
cigüeña blanca | Ciconia ciconia | colirrojo real | Phoenicurus phoenicurus |
milano negro | Milvus migrans | tarabilla europea | Saxicola rubicola |
alimoche común | Neophron percnopterus | collalba gris | Oenanthe oenanthe |
buitre leonado | Gyps fulvus | collalba rubia | Oenanthe hispanica |
culebrera europea | Circaetus gallicus | roquero solitario | Monticola solitarius |
gavilán común | Accipiter nisus | mirlo común | Turdus merula |
águila calzada | Aquila pennata | zorzal común | Turdus philomelos |
cernícalo vulgar | Falco tinnunculus | carricero tordal | Acrocephalus arundinaceus |
halcón peregrino | Falco peregrinus | curruca rabilarga | Sylvia undata |
andarríos chico | Actitis hypoleucos | curruca capirotada | Sylvia atricapilla |
gaviota reidora | Chroicocephalus ridibundus | herrerillo común | Cyanistes caeruleus |
gaviota patiamarilla | Larus michahellis | carbonero común | Parus major |
fumarel cariblanco | Chlidonias hybrida | oropéndola europea | Oriolus oriolus |
fumarel común | Chlidonias niger | alcaudón dorsirrojo | Lanius collurio |
paloma bravía | Columba livia | arrendajo euroasiático | Garrulus glandarius |
paloma torcaz | Columba palumbus | urraca común | Pica pica |
tórtola turca | Streptopelia decaocto | chova piquirroja | Pyrrhocorax pyrrhocorax |
cuco común | Cuculus canorus | grajilla occidental | Corvus monedula |
vencejo común | Apus apus | corneja negra | Corvus corone |
abejaruco europeo | Merops apiaster | cuervo grande | Corvus corax |
abubilla | Upupa epops | estornino negro | Sturnus unicolor |
pito real | Picus viridis | gorrión común | Passer domesticus |
pico picapinos | Dendrocopos major | gorrión chillón | Petronia petronia |
cogujada común | Galerida cristata | pinzón vulgar | Fringilla coelebs |
cogujada montesina | Galerida theklae | serín verdecillo | Serinus serinus |
alondra totovía | Lullula arborea | verderón común | Chloris chloris |
alondra común | Alauda arvensis | jilguero europeo | Carduelis carduelis |
avión roquero | Ptyonoprogne rupestris | pardillo común | Carduelis cannabina |
golondrina común | Hirundo rustica | escribano soteño | Emberiza cirlus |
avión común | Delichon urbicum | escribano triguero | Emberiza calandra |
Encantada de dar a conocer una comarca tan espectacular cómo el Maestrazgo de Teruel. Mucho por ver y disfrutar.