Mirlo acuático europeo: el pájaro buzo
Merla d´aigua – Cinclus cinclus (White-throated Dipper)
Lo de los mirlos acuáticos tiene miga; de entre todos los paseriformes – pájaros cantores (aprox. 5.700 especies) – son los únicos que saben bucear. Esa habilidad está ampliamente distribuida entre los no paseriformes (cormoranes, anátidas, álcidos, colimbos, pardelas, zampullines, pingüinos…) pero solo existen cinco paseriformes que sepan nadar y bucear; las cinco especies de mirlos acuáticos. Hay una en el centro-oeste de Eurasia (la “nuestra”), otra en el este de Asia, otra en Centroamérica y la mitad occidental de Norteamérica y dos especies más en Sudamérica. L@s ornitólog@s de zonas tan importantes y extensas como el África subsahariana, Australia y la mitad oriental de EEUU carecen del privilegio de contar entre su avifauna a estos pájaros tan raritos. Afortunadamente – claro está – gozan de otros privilegios.
El mirlo acuático europeo está ligado a cauces fluviales de aguas rápidas, aunque a veces hace incursiones en corrientes más tranquilas y lagos.
Cuanto más al sur, prefiere ríos a mayor altitud, si bien en invierno puede descender y, puntualmente, llegar hasta orillas del mar. Su presencia indica que el caudal está sano pues se alimenta de larvas y adultos de invertebrados acuáticos (efímeras, moscas de las piedras, coleópteros…) que no toleran los niveles medios de contaminación, ya no digamos los altos. Como excepción, se han observado ejemplares permaneciendo en zonas bastante contaminadas y delatando más capacidad de adaptación de la que se le suponía, aunque son casos muy raros. Además de invertebrados, de tanto en tanto atrapan alevines de peces, como el salmón o el siluro. Quizás hayáis visto alguna filmación subacuática donde aparece el mirlo acuático europeo nadando pegado al fondo y registrando los huecos entre los guijarros, en busca de sus presas. Es un hecho extraordinario porque a menudo caza en tramos de aguas violentas donde un bicho que apenas pesa 70 gramos debería ser arrastrado bien lejos. ¡Y lo hace sin poseer membranas interdigitales! Con paciencia, desde una orilla elevada o un puente, se puede asistir a ese recóndito espectáculo siempre que las aguas no sean demasiado bravas y espumosas.
Machos y hembras muestran un aspecto idéntico y miden entre 17 y 20 cm de punta de pico a punta de cola. Los jóvenes tienen la cabeza gris y pintas blancas en la punta de las plumas alares, pintas que desaparecen al crecer.
El mirlo acuático europeo se encuentra desde la zona más occidental de Eurasia (Escandinavia, Irlanda, el norte de Portugal) hasta algunas partes del centro de Rusia, Kazajstán, Mongolia y el centro de China. Está presente en la península ibérica y en todos los países de la cuenca septentrional del Mediterráneo (y del Tirreno) así como en algunas de sus islas (Córcega y Sicilia…) pero solo en dos países en toda África; Marruecos y Argelia. Aunque hay poblaciones en las Hébridas, no llega a Islandia ni a las Islas Canarias. También falta en las Baleares.
Hacia el año 2002, en Catalunya se calculaba un contingente de entre 1.127 y 2.242 parejas, casi siempre en cauces montanos, arriba hasta los 2.600 metros pero con pequeñas poblaciones en los macizos montañosos de Tarragona e incluso unas cuantas parejas en el Vallés oriental.
En Catalunya la mayor parte de la población de mirlo acuático se encuentra en ríos y arroyos de los Pirineos y el pre-pirineo.
Su estatus de conservación mundial es “casi amenazado”; la contaminación de cauces fluviales, la disminución del caudal por sobrexplotación para industria y agricultura y las sequías (que se esperan peores y/o más frecuentes conforme cambie el clima) son las tres espadas de Damocles que penden sobre esta especie. No obstante, todavía solemos verla cada año, en junio, durante la salida ornitológica pirenaica que organizamos desde el Grupo Local, pues es uno de los atractivos de la excursión.