Cárabo común: escuchar y no ver
Gamarús – Strix aluco (Tawny Owl)

Es la rapaz nocturna más numerosa de Catalunya y de muchas zonas de la península ibérica pero resulta difícil de ver ya que, a diferencia del mochuelo europeo, el cárabo común solo sale de noche y, además, habita en bosques. Lo habitual es que, por casualidad, alguien descubra un ejemplar en su dormidero diurno y corra la voz. Normalmente es así como se logra observarlo ya que entre un encuentro fortuito y otro pueden pasar más de doce años, lo digo por experiencia… Sin embargo, es frecuente oírlo ya que se trata de una ave muy vocal y su ululato resulta inconfundible.

Prefiere las arboledas y los bosques poco densos y se le encuentra a menudo en grandes jardines e incluso en hileras de arbolado callejero.

En Barcelona-ciudad deben vivir varios y ya no digamos en Collserola. La foto de abajo retrata a uno de los dos ejemplares que durante tres años estuvieron en un plátano de las Llars Mundet. La mala foto de la cabecera está tomada en las faldas del Montseny (Sant Antoni de Vilamajor). El mapa de distribución del gamarús que podéis ver en el Atlas del ICO  lo muestra abundante y bastante uniformemente repartido por toda Catalunya, a excepción de las comarcas cerealistas de Lleida; Segriá, Pla d´Urgell, Urgell, Segarra, norte de Les Garrigues y mitad sur de la Noguera. Escasea mucho en el Baix Ebre, Montsiá, Baix Camp, Tarragonés, Alt y Baix Empordà.

Su distribución mundial abarca desde el NO de Marruecos y el sur de Escandinavia hasta el norte de Kazajstán, el extremo NO de la India pasando por Irak, Irán, Azerbaiyán, Israel, Turquía, norte de Argelia y de Túnez. Dentro de ese gran espacio, lo encontramos en toda Europa y en Inglaterra. Pero está ausente de Irlanda, Canarias, Baleares, Córcega y Cerdeña.

De punta de pico a punta de cola mide entre 37 y 39 cm. Machos y hembras presentan idéntico aspecto pero hay dos extremos de plumaje; el gris y el rojizo, con todos los tonos intermedios. El ejemplar de la foto de abajo sería más bien gris y el de la cabecera, rojizo. Al igual que la mayoría de las rapaces nocturnas ibéricas, el cárabo común es sedentario y solo los jóvenes se dispersan (incendios aparte…)

Como podéis suponer, su dieta no se basa en los brotes de soja y el tofu; roedores variados, crías de paseriformes e incluso de paloma torcaz (Tudó), ranas, reptiles, caracoles, lombrices e insectos. A veces pilla peces. Sin duda, esa amplitud de dieta es un buen factor de supervivencia.

La amplitud de su dieta es sin duda un buen factor de supervivencia.

En Catalunya y en diversas zonas de España se constata un lento aumento de su población debido a la expansión de las masas forestales que resulta del abandono de la agricultura tradicional (cultivos medianos y pequeños) en laderas y suelos poco productivos. Además, parece que se está adaptando a criar dentro de pueblos y ciudades. Como caza en bosques y arboledas (o jardines) sus presas están mucho menos afectadas por pesticidas y herbicidas, cosa que el amenazado mochuelo europeo no pueda decir. Así pues, podemos apuntar al cárabo común en la lista de aves que, por ahora, se ríen de la extinción.