Pardela balear: el ave marina más amenazada de Europa
Baldriga balear - Puffinus mauretanicus (Balearic Shearwater)
Creo que he tardado tanto en hablaros de la pardela balear porque me da retortijones explicar su tragedia; es el ave marina más amenazada de Europa. Si no se toman medidas más efectivas que las actuales, cabe la posibilidad de que desaparezca de la faz de la Tierra antes del año 2040.
El G.O.B. (Grup Ornitológic Balear), SEO/BirdLife, otras entidades y numerosos expertos estudian su situación. Si está declarada como “en peligro crítico” es en base a datos exhaustivos.
Su censo no excede de las 3.193 parejas reproductoras, sumando todas las de las únicas cinco islas donde consta su reproducción; Mallorca, Menorca, Ibiza, Cabrera y Formentera.
Pero, desde Valencia (aguas afuera), se contaron 16.400 aves en diciembre del 2009. En base a eso y a otros criterios, se calcula que la población total se halla entre los 23.780 y las 26.535 ejemplares (estima del periodo 2007- 2010)[i]. Está claro que solo una minoría de pardelas baleares se reproducen cada año. Eso es bueno porque parece que hay cierta “reserva” de adultos, pero es malo porque podría indicar que no existen lugares aptos para que todos se reproduzcan y pongan a salvo la especie. Los principales factores que la amenazan son los siguientes;
- Falta de protección efectiva de algunas colonias.
- Depredación de huevos y pollos a cargo de mamíferos terrestres introducidos, domésticos y asilvestrados, sobre todo ratas y gatos, pero ocasionalmente también perros e incluso cerdos.
- Merma de los bancos de peces de los que se alimentan.
- Molestias turísticas y humanas de toda índole.
- Vertidos petrolíferos, mayormente en sus zonas de invernada atlántica en el NO de España y entorno de Islas Británicas. Y no olvidemos la omnipresencia del plástico flotante…
- La competencia respeto a recursos alimenticios y lugares de cría con las pardelas cenicientas (atlánticas y mediterráneas) y la feroz gaviota patiamarilla.
- La mortandad en redes de pesca.
- La contaminación lumínica que las desorienta y las lleva a varar; hay un registro de 66 jóvenes muertos por esta causa en el periodo 1999-2013. ¿Cuantos no han sido registrados? Multiplicad por mucho…
SEO/BirdLife y otras organizaciones están trabajando el tema, desratizando zonas de cría, concienciado a pescadores y ofreciéndoles como alternativa métodos y aparejos menos dañinos, impulsando leyes de protección local e internacional, estudiando y divulgando, así que no se puede decir que no se estén haciendo esfuerzos. Pero todavía queda por ver si será suficiente. Comprenderéis que la pardela balear tenga pocas ganas de reír…
Como ave pelágica que es, solo toca tierra – siempre de noche – durante el periodo reproductivo. Es monógama (no acostumbra a cambiar de pareja) y puede llegar a vivir más de 30 años. Se alimenta de diversos peces de pequeña talla incluidas anchoas y sardinas. Pesca sumergiéndose y persiguiendo a sus presas. Se ha documentado una inmersión a 26 m de profundidad y 66 segundos de duración.
Aunque solo cría, que se sepa, en las cinco islas citadas, puede ir a buscar comida para los pollos a cientos de kilómetros de distancia, por ejemplo, hasta las costas mediterráneas de África.
En estos desplazamientos en busca de comida puede tardar dos días en regresar al nido. En invierno, buscando alimento y evitando los peores episodios meteorológicos, se extiende por el Mediterráneo hasta las costas occidentales de Egipto y, por el Atlántico, hasta Dinamarca y el S.O. de Noruega.
La hembra pone un solo huevo en una grieta, oquedad o cueva de acantilado o de fuerte pendiente. Ya está claro que muchas parejas no se reproducen cada año y quizás ni siquiera cada dos años. Parece que es relativamente frecuente que más de dos adultos atiendan a un mismo huevo o polluelo. Sus depredadores naturales son el halcón peregrino y la gineta.
Machos y hembras no solo presentan idéntico aspecto si no que se pueden confundir muy fácilmente con los ejemplares más oscuros de la pardela mediterránea (Puffinus yelkouan) con la que, no obstante, parece que se hibrida rara vez.
Para verla bien, os recomiendo la salida que la Delegación de SEO en Catalunya organiza desde Roses cada primavera. Desde la costa – por ejemplo, la torre de Cal Francés, en Remolar-Filipines (Delta del Llobregat) – también se suele ver, pero mucho más lejos y hay que tener práctica para diferenciarla de su pariente, la pardela mediterránea.
[i] Estos y muchos otros datos los voy sacando del HBW Alive, una enciclopedia ornitológica que os recomiendo con entusiasmo