Pito real ibérico: el nuevo carpintero
Picot verd – Picus sharpei (Iberian Green Woodpecker)
Su reclamo, que puede sonar a carcajada (aunque no sabemos de qué se ríe), es un sonido típico de los bosques, arboleadas y también descampados de la península ibérica. No ha colonizado ni las Islas Canarias ni las Baleares. Curiosamente, en la península, solo está ausente de la cuenca del Guadalquivir, la mitad meridional de Cádiz, el S.O. de Cáceres, el N.O. de Badajoz y zonas portuguesas anexas a esa área extremeña. En Marruecos, Argelia y Túnez lo “sustituye” su pariente cercano; el pito real bereber (antiguamente, pito de Levaillant).
El pito real ibérico ya no se considera subespecie de P.viridis y se le otorga el estatus de especie como P. sharpei.
Hace poco, el pito real ibérico (pito real, hasta entonces) se consideraba conespecífico – misma especie que – el pito real eurasiático (Picus viridis) aunque ya se le reconocía como subespecie; Picus viridis sharpei. Pero recientemente se le ha concedido el estatus de especie y si no es un estricto endemismo ibérico se debe a que hay poblaciones en Andorra, la vertiente francesa de los Pirineos y en el sur del Languedoc-Roussillon. En Catalunya está presente incluso en áreas desarboladas del sur de Lleida y solo desaparece a partir de los 1800 metros, aunque con cierta frecuencia, debe cruzar volando los Pirineos. En cuanto a parques y jardines, es selectivo y, por ejemplo, no lo he visto en la Ciutadella ni Diagonal Mar, aunque es común en Collserola y, seguramente, está presente en Montjuïc y el Laberint d´Horta. Evita el interior de los bosques densos y prefiere las zonas que limitan con claros o campos de labor. Aunque necesita tener a su alcance algunos árboles maduros, se alimenta principalmente de hormigas terrestres y solo secundariamente pica insectos y algunas frutillas en troncos y ramas. Pasa, pues, mucho tiempo en el suelo y a menudo solo sube a los árboles cuando se alarma.
Habitualmente es un ave muy esquiva, que huye, aunque estés a treinta metros de distancia. O se esconde detrás del tronco y te vigila asomando la cabeza. Así que, aun siendo común, resulta difícil disfrutar de su observación.
Se le identifica con facilidad en vuelo gracias a su inconfundible combinación de trayectoria ondulante, partes superiores verdes y obispillo rabiosamente amarillo.
De punta de pico a punta de cola mide entre 31 y 33 cm. Lo único que distingue exteriormente al macho de la hembra es el color de la bigotera, rojo en él y negro en ella. Los jóvenes tienen cabeza, pecho y vientre moteados y casi parecen otra especie. De hecho, hay adultos de pícidos africanos muy similares al juvenil del pito real ibérico; el pito de Bennett (Campethera bennetti) y el pito de Tanzania (Campethera striptoricauda).
Las aves de la A a la Z (SEO Birdlife); como P. viridis
Servidor d’Informació Ornitològica de Catalunya; como P. viridis
Handbook of the Birds of the World