Buscando pájaros: el Turó de l’Home, enero 2014
Me niego a calificarlos como frikis, aunque la Real Academia se aproxima en una de las definiciones que propone para la próxima edición de su diccionario (3. com. coloq. Persona que practica desmesurada y obsesivamente una afición.) esta gente está mucho más allá del frikismo, está, directamente, como una chota (estar como una ~. 1. loc. verb. coloq. estar como una cabra.; estar como una ~. 1. loc. verb. Estar loco, chiflado.), parecen normales, pero es sólo aparente, basta con que Gloria avise de que algo se mueve entre las piedras y Salva informe de que se trata de un grupo de acentores alpinos, para que catorce adultos y un cachorro humanos enloquezcan y se precipiten ladera abajo (desde los 1.700 hasta los 1.650 aproximadamente), aventurando luxaciones y roturas, ya no somos unos niños, comentando, en una suerte de epifanía, que, efectivamente, la base del pico es amarilla. Aunque, y es lo más sorprendente de todo, la base del pico sí es amarilla.
Pero, y la pregunta es pertinente, ¿qué hacían catorce adultos y un cachorro humanos a 1.700 metros de altura? si no puede contestar a esta pregunta después de leer el párrafo anterior es que no está en la Web que estaba buscando, usted será o no un friki, pero este no es su sitio, busque otro blog, o lo que necesite, pero, entre nosotros, a usted el color de la base del pico del acentor alpino se la suda, y a nosotros no: ¡claro! buscábamos acentores alpinos.
También buscábamos otros bichos, a ser posibles con alas, lo de siempre, sangre caliente, pico corneo sin dientes, plumas, bla, bla, bla… un milagro, buscas un milagro. Y, tiene que quedar claro, el milagro se produce siempre.
En reuniones previas, que parecen ayer pero pueden haber pasado meses, la gente primero intenta entusiasmarte: enero, Montseny, mirlo capiblanco, gorrión alpino, los más viejos del lugar recuerdan haber charlado con un escribano nival en el 62, en fin vanidad de vanidades, porque sin continuidad hablan de suerte, a veces no, hay años mejores, etc., recuerda las viejas alineaciones futbolísticas infantiles: ¿con el 8? ¡Pinocho! ¿con el nueve? ¡Depende si llueve!. Se presentan serias disertaciones sobre migraciones, movimientos locales (“más fácil de ver cuando inverna en la costa” por ejemplo, dicen, citando), pero es, al fin y al cabo, un acto de fé.
Así apenas se intuye que va a amanecer te añades a las bandadas de adolescentes que se trasladan en el metro a sus dormideros diurnos para incorporararte a otras migraciones, camino de una vaga esperanza, que se te aparezca un bicho con alas, o dos. Así la ornitología tiene algo de aparición mariana, porque al final va de árboles, campos, y pastorcillos, y cosas que se aparecen en los árboles y en los campos a los pastorcillos. Luego los días son como son, el cielo quizás propicie los grandes pájaros o los bosques muestren a sus pequeños animales, el viento se comportará así o no, pero siempre, siempre, los días son mejores.
No voy a daros una lista, y no lo haré porque sea corta, al fin y al cabo, el Grupo Local SEO Barcelona tiene una trayectoria, y los mismos que en el pasado os hablaron del águila moteada o las grullas sobre el Llobregat, quieren estar más allá de estos juegos. Es broma dejemoslo en una gran jornada ornitológica buscando pájaros en el lugar y en el momento adecuado. Algunos se mostraron, otros no.
Pero este cuento acaba bien, mirad las fotos y apuntaros a las próximas salidas del 9 y el 15 de febrero donde, sin duda, se producirán nuevos milagros, milagros con alas eso sí, los encontraréis en nuestro calendario.