Cálao rinoceronte: en lo profundo del bosque
Buceros rhinoceros (Rhinoceros Hornbill)
Los cálaos parecen una versión excesiva de los populares tucanes. Pero ambas familias solo están lejanamente relacionadas; los tucanes viven en Centro y Sudamérica y están emparentados con los pícidos (pájaros carpinteros) mientras que los cálaos habitan en Asia y África y están taxonómicamente más próximos a las carracas y los trogones. Se trata de una de esas evoluciones convergentes tan curiosas; el cálao se ríe de las apariencias. Otra cosa que los distingue es el tamaño; de punta de pico a punta de cola, el tucán más grande mide 61 cm, mientras que el cálao rinoceronte alcanza los 90 cm y el cálao de yelmo, un pariente suyo de cola especialmente larga, llega a los 120 cm.
Al protagonista de este artículo hay que irlo a buscar al extremo sur de Tailandia, Malasia y las grandes islas de Borneo, Sumatra y Java.
Su ecosistema natural son las extensas selvas de bosque primario, mejor si están incluidas en zonas protegidas ya que prefiere las tierras bajas por debajo de los 1.400 metros, en vez de las montañas que a veces pueden estar menos atacadas por la acción del ser humano gracias a su propia inaccesibilidad.
Los machos se diferencian de las hembras por tener el ojo más oscuro y por la forma del “cuerno”, menos curvado en la punta y con una elegante línea negra a cada lado. Podéis ver un macho y una hembra en la foto de abajo.
Se alimenta básicamente de fruta variada pero también devora grandes invertebrados y pequeños vertebrados tales como lagartos y ranas. Incluso depreda sobre huevos de otras aves. Para nidificar, necesita cavidades a su medida en grandes árboles y de ahí que solo el bosque primario le ofrezca refugio.
Si bien es un ave sedentaria, realiza desplazamientos a cierta distancia (decenas de kilómetros) en busca de árboles con frutos.
Se le considera “casi amenazado” pues va quedando restringido a parques nacionales y reservas naturales y ni siquiera en esos supuestos santuarios se libra siempre del azote de la tala (maderera y para ampliar zonas agrícolas), los incendios y la caza. Sus plumas caudales aun se usan en trajes ceremoniales, su carne todavía se consume y también se trafica con él en el mercado negro para coleccionistas. No he encontrado datos sobre cuantas parejas se estima que quedan, pero lo cierto es que presenta bajas densidades de población; ay, ay, ay…