Cormorán grande: el pescador inocente
Corb marí gros – Phalacrocorax carbo (Great Cormorant)
Como mide entre 80 y 100 cm de punta de pico a punta de cola (hasta 160 cm de punta a punta de ala), seguro que lo tenéis visto porque en invierno, además, es omnipresente en cualquier cuerpo de agua mayor que una piscina infantil, sea dulce o salada. Os habrá llamado la atención la mezcla de ejemplares con plumajes variados, con más, con menos o con nada de blanco en el pecho, y esos otros, más frecuentes conforme llega la primavera, que lucen una especie de melena canosa y parches blancos en los flancos, sobre las patas (véase la foto inferior); ese es su plumaje nupcial, tanto da macho que hembra. Los ejemplares con más o menos blanco en el pecho y cuello son los juveniles y los inmaduros.
El traje invernal de los adultos es negro estricto, sin “accesorios” blancos.
Una descripción detallada de su distribución mundial requeriría dos páginas ya que es un puzzle de regiones donde reside, pasan el invierno las poblaciones migratorias y dónde éstas crían en verano. Acabaremos antes si digo que está ausente de la Antártida, Centro y Sudamérica, que en Norteamérica solo se le encuentra en la costa oriental y que en Rusia cría (y no pasa el invierno) en algunos puntos de su perímetro meridional. En Australia, Nueva Zelanda y en África es residente, pero en Eurasia el patchwork de lugares de residencia, invernada y cría estival da un cierto dolor de cabeza, así que os lo ahorro.
Cada año que pasa se descubren nuevas parejas reproduciéndose en la península ibérica y Catalunya, territorios donde antaño solo aparecía entre octubre y marzo. Fuera de esa temporada se pueden hallar unos pocos juveniles y “ancianos” que no se marchan a criar, pero si queréis verlo fácilmente, la estación fría es el mejor momento, en casi cualquier humedal.
De octubre a marzo llegan muchos al Delta de l´Ebre, Delta del Llobregat, Aiguamolls de l´Empordà, Estany d´Ivars, etc…
Aunque en Europa solo tenemos dos especies de cormoranes (el grande y el moñudo) en el mundo hay otras treinta. La de los cormoranes es una familia primitiva que, a diferencia de las anátidas y otras acuáticas, no ha desarrollado una glándula sebácea que le permita impermeabilizar sus plumas. De ahí que sea típico encontrarlos con las alas abiertas, secándolas al sol y al viento. Sus dotes buceadoras y su habilidad para atrapar una enorme variedad de peces les ha ganado la inquina (siempre fácil de despertar) del ser humano; antiguamente se los perseguía en muchos sitios, acusados de quitarle el pan de la boca a los pescadores, cosa que solo puntualmente podía resultar cierta. De un tiempo a esta parte, ha sido el Homo “sapiens” quien ha diezmado a saco los bancos de peces, pero nosotros ya nos perseguimos solos, aunque eso rara vez solucione algún problema
Otras muchas aves consumen pescado habitualmente, desde el somormujo lavanco hasta el frailecillo atlántico, pero las mayores piezas se las suele llevar el Cormorán grande, que es capaz de tragarse anguilas de 80 cm de longitud y carpas de un kilo. El águila pescadora también consigue grandes trofeos, pero es tan escasa que nunca se le ha visto como un riesgo para la pesca. Y las ardeidas de mayor tamaño, como la garza real, tampoco son mancas… El cormorán grande incluye en su dieta anfibios y crustáceos, como el cangrejo de río americano. La materia vegetal, ni catarla; solo la usa para construir nidos.
En China, desde hace al menos 2.200 años, se crían y amaestran cormoranes grandes, tal cual aves de presa, para que les capturen peces a los pescadores. Los mejor adiestrados no necesitaban el anillo metálico que se les pone a los otros en el cuello para que no puedan tragarse el pescado. Cabría decir que se ríe de la esclavitud porque, actualmente, esta práctica está casi extinta y se perpetúa básicamente como atracción turística.
Me parece bien huir de tecnicismos en los artículos divulgativos pero “ha diezmado a saco” me parece excesivo.
Hola Ignacio; En realidad mi intención no es limitarme a huir de tecnicismos, si no usar un estilo coloquial con toques humorísticos que, en general, según me consta, cae bien entre los lectores/as de estos articulos. Asumo que, cuando algo cae bien “en general” ello implica excepciones, pero como nunca llueve a gusto de tod@s y la tuya es la primera queja al respecto que recibo en más de ochenta artículos, seguiré en esta linea, que me es natural. Si examinas otros textos míos encontrarás muchas coñas y bastante escasez de ortodoxia en las formas de expresión. Ciertamente, no es un estilo que, al menos en castellano, sea usual en el tema de la divulgación ornitológica, pero sí que es un recurso que se emplea no pocas veces en divulgación, desde la científica a la gastronómica. Te ofrezco mis razones más como una forma de respetar tu visión que con la intención de convencerte; dar explicaciones me parece la forma correcta de responder al tipo de comentarios que me haces.
Corrige “Cada año que pasa se descubren nuevas parejas reproduciéndose en la península ibérica y Catalunya”
Hola, ignacio; Si escribí eso es porque, según había ido oyendo, cada año se descubren nuevas parejas de cormorán grande criando en la península ibérica y Catalunya ¿Te consta que no es así? En ese caso te invito a explicar un poco el asunto ya que este blog, aunque no sea un foro de debate, está abierto a correcciones y yo no soy un experto. Si tu petición tiene que ver con el hecho de que Catalunya, obviamente, al igual que Portugal, forma parte de la península ibérica, ciertamente tienes razón; es un hecho. Mi frase no pretendía disociar la geografía de ambos territorios si no declarar que, en la península ibérica, tanto dentro como fuera de Catalunya se van dando nuevas citas de reproducción de esa especie. Sería surrealista usar al cormorán grande como herramienta para marcarse un blues secesionísta y ni se me había pasado por la cabeza.