Hornero común: destacado arquitecto
Forner rogenc - Furnarius rufus (Rufous Hornero)
Si en la foto de cabecera muestro el nido en vez del pájaro es porque su “obra” tiene un aspecto más distintivo y memorable que el arquitecto, retratado a continuación:
De punta de cola a punta de pico mide entre 16 y 23 cm. Machos y hembras presentan el mismo aspecto. Este paseriforme construye su nido con barro, algo de estiércol y paja. Ese “iglú” tiene las siguientes dimensiones: entre 20 y 30 cm de diámetro, entre 20 y 25 cm de altura y paredes de entre 3 y 5 cm de grueso. Suele orientar la entrada de espalda a los vientos predominantes. Nunca lo utiliza por segundo año y eso proporciona mágnificos lugares de cría y cobijo a infinidad de pájaros, reptiles y pequeños mamíferos. He dibujado un esquema para que entendáis su astuto diseño interno:
Esa distribución evita que los gatos y cualquier otro mamífero pueda acceder a los huevos metiendo la zarpa por la “puerta”. Las serpientes medianas y pequeñas sí que pueden entrar, pero algún depredador ha de tener esta especie, muy prolífica y adaptable, entre común y abundante en la mitad sur de Brasil, tercio NE de Argentina, Paraguay, Uruguay y buena parte de Colombia.
Lo encontraremos en parques y jardines urbanos, terreno agropecuario (pastos, huertos…) y variedad de espacios abiertos incluso con suelo pelado. Normalmente prefiere zonas de poca altitud pero se le ha detectado en algunos valles agrícolas de hasta 3500 m.s.n.m.
Nidifica a no más de 8 m de altura y cualquier sitio le sirve, desde el mismísimo suelo (rara vez) hasta postes de teléfonos, estacas, tejados de edificios, e incluso en el interior de un bidón o de un cráneo de vaca. La pareja puede tardar entre tres meses y quince días en construir el nido. A veces construye dos pero solo usa uno. El “enlace sentimental” entre los horneros puede durar toda la vida. Es un ave sedentaria que defiende su territorio de otros congéneres. La hembra pone una media de 3,5 huevos y suele hacer dos puestas al año. Hay que tener en cuenta que otro paseriforme, el tordo renegrido (Molothrus bonariensis) parasita sus nidadas al estilo de nuestro cuco común (cucut comú) aunque a veces el hornero se percata de la estafa y expulsa los huevos ajenos.
Se alimenta de un amplio catálogo de invertebrados: escarabajos variados, hormigas, termitas, orugas, saltamontes, grillos, moscas, arañas, lombrices y caracoles. Como excepción vertebrada se ha documentado la captura de una cría de lagartija. Normalmente caza en el suelo, a pie. También consume alguna semillas. No me consta que coma miguitas de pan u otras sobras humanas (pero podría ser).
Se le considera “no amenazado” ya que es una especie antropófila que se beneficia de la expansión de nuestros suburbios y terrenos agropecuarios, adaptándose a la presencia humana. Como resultado de la tala de bosques, a lo largo de los siglos XX y XXI ha expandido su área de distribución.
