Morito común: la última legión
Capó reial – Plegadis falcinellus (Glossy Ibis)
Este es el único ibis que cría en Europa. En el mundo hay 29 especies de ibis, que están emparentados con las 6 especies de espátulas dentro de la familia Threskiornithidae. Cuando lo ves de lejos aparece casi negro, pero de cerca – y con la luz adecuada – las plumas de las alas y del dorso son un festival de reflejos verdes, amarillos, rosas y naranjas.
El morito común se reprodujo por primera vez en Catalunya en 1996
Ejemplares procedentes del Parque Nacional de Doñana se instalaron en el Delta de l´Ebre y allí, desde entonces, la población no ha dejado de crecer; aunque en el año 2.002 solo se había constatado la reproducción de 23 parejas (datos del ICO), en el año 2015 ya se contaban 2.000 individuos, no todos reproductores, claro. Fue también en el 2015 cuando se descubrió que depredaba sobre el caracol manzana (género Pomacea) plaga exótica que arrasa los arrozales. El morito común se come a los caracoles adultos, que son los que se reproducen pero, aun así, no da abasto… Además, su dieta es mucho más amplia, incluyendo larvas y adultos de insectos acuáticos y terrestres, lombrices, pececillos, ranas, lagartijas, crías de serpientes e incluso pequeños roedores. También se zampa al cangrejo de río americano (otra plaga) y supongo que no desdeñará los jóvenes de cangrejo azul, última especie que ha invadido el Delta de l´Ebre (a fecha del 2019). Ya puesto, pica grano de arroz, aunque principalmente el que cayó tras la siega. Con semejante amplitud de menú, el morito es de esas aves que se suelen reír del hambre.
De punta de pico a punta de cola mide entre 48,5 y 66 cm y su envergadura alar no supera los 100 cm. Machos y hembras presentan el mismo aspecto pero, en plumaje de eclipse, pierde el rico color granate del cuello, que se le queda pardo moteado de blanco. Los sujetos retratados en este artículo lucen su plumaje nupcial. Al morito joven se le distingue por el tomo general pardo-verdoso y la escasez de reflejos de colorines.
En la península ibérica cría en Doñana y el Delta de l´Ebre, aunque algunas parejas, ocasionalmente, se reproduzcan en otros lugares. En Catalunya no es raro verlo en Aiguamolls de l´Empordà y el Delta del Llobregat pero para asegurar su observación mejor ir al Delta de l´Ebre donde, antes y después de la época de cría, se junta en enormes bandos que constituyen un espectáculo añadido al de las bandadas de flamencos.
No obstante, el grueso de la población del Paleártico occidental está en Rusia, Rumania, Turquía y Ucrania. Aunque allí, como en el centro y el este de Europa, Mongolia y Oriente Medio, es un ave estival y, para pasar el invierno, vuela a Marruecos, Túnez, Irak, Pakistán, la India, Myanmar y el sur de Camboya y de Vietnam. Es residente en la mayor parte del África subsahariana, Madagascar incluido. También es común – y residente – en Australia y varias islas de Indonesia. Por último hay poblaciones permanentes en Venezuela, Costa Rica, varias islas del Caribe (Cuba, República Dominicana…) y el SE de EE.UU., sobre todo en Florida. Algunos moritos de esa región pasan el invierno en otras islas del Caribe, como las Bahamas, así como en Belice y Panamá.
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