Seguimiento de aves en parques urbanos de Nou Barris

Podemos tener la idea de que en las zonas urbanas la biodiversidad es pobre y que la acción del hombre impide su desarrollo, esto último no es una idea equivocada, pero la vida se adapta a todos los hábitats y consigue salir adelante.

En todas las ciudades, por grandes que sean, existen diversos reductos de naturaleza que actúan como refugio para la fauna y la flora, las zonas verdes, los árboles, los parques, etc.

Hace ya tres años que empecé a realizar un estudio de la avifauna que habita en dos parques urbanos del distrito de Nou Barris: el Parc de la Guineueta y el Parc Central. Este seguimiento lo estoy haciendo con visitas cada diez días aproximadamente.

En el blog del grupo local ya se publicó un artículo sobre este asunto, en enero de 2021.

Después de tres años de observación, he podido ampliar la información sobre el estado de los hábitats y la evolución de la población de aves de estos lugares.

En este periodo he contabilizado 59 especies de aves, 9 más que las indicadas en 2021; estas novedades son: el halcón peregrino, el alcaudón común, la garcilla bueyera (las he visto comiendo hermosos ejemplares de rata), la curruca carrasqueña occidental, el mosquitero papialbo, la oropéndola europea, el papamoscas gris, el vencejo pálido, y recientemente el cárabo común.

Garcilla bueyera (Bubulcus ibis)

De las 59 especies, 22 son residentes y 18 habituales (migrantes estivales o invernantes). Las reproductoras son 19; siendo las paseriformes, con 39 especies, la familia más numerosa.

Me resulta raro que hasta la fecha no haya conseguido ver  lavanderas boyeras, arrendajos, ruiseñores, pícidos, ni otras especies que son visitantes de parques cercanos.

Un caso muy curioso es que estos tres años he avistado periquitos, pero siempre en el mes de agosto. Está claro que habían venido de “vacaciones”.

Carbonero común (Parus major)

También es interesante la presencia cada vez más habitual del estrilda común. El pasado septiembre localizé un grupo compuesto por unos 30 ejemplares.

Los meses con mayor presencia de especies son abril y mayo donde se superan las 30. Por el contrario los de menores avistamientos son enero, agosto y septiembre, cuando apenas se superan las 20.

Estrilda común (Estrilda astrild)

Por lo que hace a la reproducción he observado varios hechos interesantes provocados por la actividad humana:

En años anteriores había localizado un nido de abubillas y era fácil verlas llevando alimentos y materiales. En verano se podía observar la presencia de varios ejemplares en un mismo lugar (el máximo fue de 8). Este último año a lo sumo una pareja. Y también es destacable el hecho de que es más fácil verlas en los alrededores de los parques que en su interior.

Durante los años 2022 y 2023 este avistamiento no se ha producido, y es que en la zona donde se encontraba el nido se han estado realizando unas obras, que han acabado hace poco. Afortunadamente, a principios de marzo de este año, he vuelto a ver una pareja en el tejado del edificio remodelado. Habrá que esperar a ver qué pasa.

Papamoscas cerrojillo (Ficedula hypoleuca)

Entre los meses de abril y mayo, los ánades reales realizan desesperados intentos de cría. En 2022 una pareja tuvo 10 crías, que desaparecieron en 48 horas. En 2023 se produjo un nuevo intento, esta vez con éxito total: la nidada de 10 ejemplares salió adelante gracias a la colaboración de los vecinos.

Otro acontecimiento muy interesante es la presencia invernal del jilguero lúgano, siempre en una zona con palmeras washingtonias, cuyos frutos son muy apreciados por los fringílidos. El pasado invierno llegué a contabilizar 30 ejemplares de esta especie, pastando tranquilamente en el suelo.

La delegación de SEO en Catalunya instaló hace unos meses varias cajas nido en el P. C. de Nou Barris, pero hasta el momento no hay signos evidentes de ocupación.

Las aves que habitualmente frecuentan los parques están acostumbradas a la presencia cercana de los humanos, por lo que su observación es mucho más sencilla aunque, a pesar de ello, las mismas actividades humanas constituyen una de las principales causas de disminución/desaparición de las aves en estos lugares

Después de la pandemia la ciudadanía ha “redescubierto” los parques y lo que podía ser algo positivo, no en todos los casos lo está siendo. La proliferación de fiestas infantiles, acampadas, por no hablar de  botellones y otros actos incívicos, hace que algunas zonas de estos lugares hayan sido abandonadas por las aves (principalmente las praderas de césped donde era habitual verlas alimentándose).

Paloma torcaz (Columba palumbus)

En 2023 y primer trimestre de 2024, debido a la sequía y a las medidas de ahorro adoptadas por el Ayuntamiento, la escasez de agua ha sido evidente y esto ha afectado negativamente a la reproducción de diversas especies que han debido trasladar sus lugares de cría a otros lugares más apropiados, la presencia de ejemplares inmaduros y grupos familiares ha sido mínima.

Por otro lado la actuación de Parques y Jardines la podemos considerar como curiosa: podas de árboles indiscriminadas en primavera y verano, y los constantes y frenéticos trabajos en los parques. Sirva como ejemplo lo que comento a continuación: 

En una zona del Parc Central de Nou Barris, donde está el antes citado grupo de palmeras washingtonias con sus frutos; era muy fácil ver como pinzones, lúganos, jilgueros y verdecillos comían en el suelo, pero últimamente la autoridad competente ha de decidido que estos frutos caídos no son decorativos y se barren con regularidad para que las zonas que antes eran praderas de césped queden impolutas, lo que implica que los fringílidos deben buscar sustento en otros lugares.

En resumen, los parques estudiados nos demuestran que la administración municipal, pone poco o muy poco de su parte para mantener un hábitat adecuado a las aves. Las podas descontroladas y fuera de época, las talas de árboles adultos (se supone que enfermos) y la eliminación de plantas y matorrales, no favorece en nada la presencia de nuevas especies, ni tan siquiera el mantenimiento de las que durante algunos años se han podido observar.

No es, en general, un panorama que resulte alentador. Realmente la biodiversidad, y en consecuencia, la avifauna está en peligro. Pero entre todos los cada vez más numerosos “pajarer@s”, debemos hacer lo que esté en nuestras manos para, como nos dice SEO/Birdlife “Trabajar por la conservación de la naturaleza poniendo el foco en las aves”.

Información adicional sobre el estatus de cada especie

© Texto y fotos Javier Ruiz

Javier Ruiz

Ornitólogo, fotógrafo, y viajero. Socio de SEO desde hace más de 25 años y colaborador del Grupo Local SEO Barcelona desde su fundación en 2010.

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