Vuelvepiedras común: el rebuscador cosmopolita
Remena-rocs – Arenaria interpres (Ruddy Turnstone)
Las similitudes entre archibebes, andarríos, chorlitejos, correlimos y algunos otros géneros han dado fama de monótona a la familia de las limícolas. Pero también pertenecen a ella aves tan vistosas e inconfundibles como la cigüeñuela común (Camesllargues), la avefría europea (Fredeluga), la avoceta común (Bec d´alena) y el ostrero euroasiático (Garsa de mar). El vuelvepiedras común estaría a medio camino entre ambos grupos ya que sus plumajes juveniles y de eclipse (no reproductor o invernal) son tan discretos como se muestra en la foto de cabecera. Pero, en plumaje nupcial (foto de abajo), la intrincada combinación de tonos anaranjados, blancos y negros lo hace difícil de confundir. En vuelo, al margen de las fases de plumaje, la alternancia de numerosas franjas negras y blancas es muy llamativa.
En el Delta de l´Ebre tanto la barra del Trabucador en el hemidelta sur como la bahía de El Fangar en el hemidelta norte son excelentes lugares para observarlos.
Además, es la única limícola a la que se le ocurrió levantar piedras, cachos de ladrillo, plásticos y demás objetos playeros para capturar los pequeños artrópodos que se esconden debajo. Hay limícolas que meten el pico debajo de los guijarros, pero solo el vuelvepiedras los echa a un lado para servirse el menú de bichitos que ocultan. Por eso se ríe del resto de parientes, que no han dado con el truco. Quizás sea eso lo que le ha proporcionado su enorme éxito geográfico porque, en primavera y verano, ocupa muchas costas del Ártico; Canadá, Alaska, zonas de Groenlandia, Escandinavia y Siberia. Curiosamente, está ausente de Islandia. Cuando llega el otoño boreal emigra hacia el sur y, sea invernando o de paso, a partir de septiembre puede aparecer en casi cualquier costa del planeta, excepto en las islas al norte de Siberia, grandes áreas de Groenlandia, la Antártida y la Patagonia. Incluso está presente en miles de islas como Australia, las de Indonesia, Papúa-Nueva Guinea, Polinesia, Micronesia y Nueva Zelanda. Vamos, que es una especie de lo más cosmopolita.
Cuando cría, lo hace en el suelo de la tundra y puede adentrarse decenas de kilómetros hacia el interior, lejos del mar.
En migración y en invierno le sirve cualquier costa donde encuentre comida. A veces también se le halla a orillas de lagunas interiores, aunque eso sea poco usual. De punta de pico a punta de cola mide entre 21 y 26 cm y las diferencias entre machos y hembras son tan sutiles que yo no intento distinguirlos pues la variación de plumaje individual hace demasiado incierta la operación.
Si queréis observar esta especie en Catalunya, dos son los lugares del Delta de l´Ebre donde suele estar presente casi todo el año, siendo menos probable dar con ella entre primeros de junio y mediados de agosto; la barra del Trabucador (hemidelta sur) y la bahía de El Fangar (hemidelta norte). No he encontrado registros de cría de vuelvepiedras en Catalunya ni en el resto de la península ibérica, pero, igualmente, es un ave común desde Galicia hasta Euskadi, y también en el SO de Andalucía, entre agosto y mayo.
Me alegro que el ave de conócelas haya vuelto al nido, buenos artículos,felicidades por el trabajo.
Gracias, Dolores; Fue un despiste mío, menos mal que avisaste.