Búho campestre: presencia irregular
Mussol emigrant - Asio flammeus (Short-eared Owl)
En Catalunya, esta es una especie migratoria e invernal escasa pero anual. El ICO le calculó entre 69 y 92 ejemplares por invierno, aunque esa estima se realizó apartir de muy pocos avistamientos. En base a mi experiencia de campo, la cifra me parece optimista.
Los enclaves donde resulta menos escasa son la plana de Lleida (donde nunca la he visto) y las cuatro comarcas más meridionales: Ribera d’Ebre, Terra Alta, Baix Ebre y Montsiá. Tampoco ahí he dado con ella, aunque me consta que casi cada año ronda los Erms de la Tancada (hemidelta sur del Delta de l’Ebre). En paso puede aparecer en cualquier zona campestre de baja altitud, incluido el Delta del Llobregat, como sucedió en la salida del Grupo Local del 13 de abril 2022, cuando vimos un ejemplar volando. Pero la distancia y el escaso tiempo en que se pudo observar no permitían diferenciarlo del igualmente escaso búho chico (Mussol banyut). Como se sabía que recientemente se había visto un búho campestre en esa zona (antes de entrar a Cal Tet) muy probablemente fuese ese él que atisbamos.
Su presencia, tanto en paso como en invernada, es irregular: ningún año falta pero las cantidades oscilan en función de varios factores entre los que cabe destacar la abundancia de presas disponibles en un lugar y mes determinado y el éxito reproductivo de la especie en el norte de Europa y la Rusia occidental.
En España cría en la Tierra de Campos (meseta norte), Castilla y León, donde depende del topillo campesino (Microtus arvalis) ya que es su presa predilecta para alimentar a los pollos. No hay estimas poblacionales para el búho campestre en la península ibérica aunque las citas han aumentado en los últimos años, dato que puede deberse a la mayor cantidad de ornitólog@s. Humedales esteparios y su entorno – como en Villafáfila – y extemsiones agrícolas son los ecosistemas más habituales donde se le puede ver en invierno.
De punta de pico a punta de cola mide entre 34 y 42 cm. Puesto que es un ave cosmopolita, se le reconocen al menos diez subespecies, siendo la más pálida la de Hawai (A. f. sandwichensis) y la más oscura la de Galápagos (A. f. galapagoensis). Las hembras suelen ser, en promedio, más grandes que los machos, pero ahí termina su dimorfismo sexual, malo de observar en el campo. Es de los pocos búhos que construyen su propio nido. Y siempre lo montan sobre el suelo, sea entre la vegetación o incluso en zonas peladas. Pero suelen estar en lugares de difícil acceso para el ser humano (carrizales, por ejemplo).
Se alimenta principalmente de micromamíferos: topillos, ratones de campo, lemmings… pero también puede cazar pájaros, desde gaviotas a paseriformes pasando por charranes y limícolas. Sin embargo, las aves no suelen constituir una parte importante de su dieta. La verdura, ni catarla: se ríe del veganismo. Durante la época de reproducción caza tanto de día como de noche, pero en invierno es mayormente de hábitos crepúsculares y nocturnos.
Su área de distribución mundial es enorme y describirla con detalle resultaría cansino. A grandes rasgos digamos que es estival en climas boreales y árticos de todo el hemisferio norte, con poblaciones residentes en el NO de EEUU norte y sur de Sudamérica, algunas islas del Caribe (como Cuba) y una franja de regiones dispersas que van desde el Reino Unido hasta Azerbaiyán. Pasa el invierno en EEUU, México, puntos del norte de África, Egipto y Etiopía así como en Europa (centro y sur), y todo lo que media entre Turquía y Japón. Su presencia es testimonial en el África subsahariana.
En virtud de tan amplísima distribución planetaria, se le considera como especie no amenazada. Pero depende mucho de los roedores y eso, en territorios tan poblados – y con una política agraria tan agresiva – como Europa, reduce los lugares donde puede criar.
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