Chorlito carambolo: roles sexuales invertidos
Corriol pit-roig - Charadrius morinellus (Eurasian Dotterel)

17 octubre 202017 octubre 2020 Salvador Solé Chorlito carambolo, conócelas

Hay limícolas que, además de escasas o raras, son difíciles de identificar: el chorlito carambolo es escaso (raro no) pero tiene una pinta inconfundible incluso a larga distancia. Su gruesa ceja clara destaca en todos los plumajes, siempre muestra un collarín pectoral blanco más o menos evidente, vientre liso y, a menudo (salvo en los jóvenes y librea invernal) de tono anaranjado.

Estamos ante una de las pocas aves del mundo que presentan roles sexuales invertidos; es la hembra la que busca territorio y lo defiende pelándose con otras hembras. Además, ella es la más bella, mientras que el macho se conforma con una versión un poco más apagada de los colores femeninos.

No obstante, en plumaje de eclipse ambos son idénticos. Los machos carambolos se quedan a incubar los huevos que puso la hembra y sacan adelante a los pollos mientras ellas hace tiempo que pasan de ataduras, tal como sucede con los machos en no pocas especies de aves. Esa inversión de los roles les permite reírse de lo que consideramos “natural” y nos recuerda que hay muchas formas de funcionar en la naturaleza.

El chorlito carambolo comparte la inversión de roles con las tres especies de falaropos (escuraflascons) pero en Europa, donde solo cría el falaropo picofino (Escuraflascons becfí), no hay más ejemplos de este fenómeno.

Otra cosa “rara” que tiene esta limícola es que no le interesa el agua: busca zonas de características esteparias, incluidos campos arados o segados. Nidifica en la tundra y, hacia el sur, en zonas de alta montaña por sobre los 2.000 m.s.n.m. Nunca lo ve visto en lagunas, aunque una vez me lo encontré en la playa (Cal Tet), a dos metros de donde llegaba la ola.

De punta de pico a punta de cola mide entre 20 y 22 cm. El chorlito dorado europeo (Daurada grossa), que tiene un perfil similar, ya mide entre 26 y 29 cm. Y el chorlito gris (Pigre gris) entre 27 y 31. Así que el carambolo es el más pequeño de los chorlitos (no de los chorlitejos) que se ven regularmente en la península ibérica.

Su dieta consiste básicamente en insectos e invertebrados varios, con alguna ingesta de semillas, brotes, bayas y flores.

En Catalunya, el chorlito carambolo es ave de paso. Yo nunca lo he visto en primavera, aunque también hay citas; siempre lo he observado entre finales de agosto y mediados de septiembre. De hecho, en un par de puntos de los Pirineos catalanes, criaban cada verano entre una y tres parejas. Ahora quizás no suceda cada año y es de suponer que el cambio climático lo acabará de borrar de la lista de aves reproductoras de Catalunya. En el resto de la península ibérica no se han verificado citas de cría. Pero en los últimos cinco años o así, entre el 20 de agosto y el 20 de septiembre, algún ejemplar – a veces un bando pequeño – hace una parada en la DACSA (Delta de l’Ebre); justo el sitio donde el pasado 5 de septiembre (2020), durante la salida del Grupo Local, pudimos ver cuatro ejemplares. También le gusta la zona agrícola de la timoneda de Alfés. Individuos sueltos y pequeños grupos pueden aparecer en cualquier entorno apto, incluso en el Vallés.

En invierno, y solo algunos años, algunos que se afincan en puntos del valle del Ebro, Almería y Albacete, pero apenas he encontrado más datos al respecto.

Aunque su distribución mundial de cría (primavera y verano) abarca las tundras extremas que van desde Escocia hasta el oeste de Alaska a lo largo de toda Escandinavia y Siberia, solo pasa el invierno en áreas norteñas de todos los países afromediterráneos, además de Jordania, Siria e Iraq. Hay también pequeñas poblaciones que se reproducen en Italia, Rumanía y Austria.

Hasta ahora ha sido clasificado “de preocupación menor” pero se teme que el cambio climático le afecte negativamente, en mayor o menor medida, al igual que a todas las aves que se reproducen en zonas boreales, subárticas y árticas.