De pajaristas a conservacionistas (breve recorrido de la ornitología)
En nuestro país, léase Catalunya léase España, la ornitología ha seguido una evolución ramificada que se puede resumir en varias fases.
Antes del año 1954. Los ornitólogos apenas existen salvo honrosas y pioneras excepciones. La incidencia social de estos visionarios es entre nula y anecdótica.
A partir de 1954, cuando se funda la Sociedad Española de Ornitología, la ornitología cobra cuerpo como ciencia y – lo que es muy importante – nacen las primeras acciones conservacionistas entre las cuales caben destacar, gracias a los fundadores de SEO/BirdLife, la declaración del Coto de Doñana como zona protegida y, posteriormente, como Parque Nacional.
No obstante, hasta bien entrada la década de los 90, la ornitología sigue siendo una gran desconocida, una pasión para personas muy concretas que, a pesar de logros como la protección de los Aiguamolls de l’Empordà, asombrosos por lo difícil pero todavía puntuales, sigue careciendo de verdadero apoyo social.
Es a partir del año 2000 cuando, gracias a una naciente conciencia ecológica, la ornitología, en sus distintas facetas, empieza a “salir del armario” conforme aumenta el número de aficionad@s que la practican y, en consecuencia, crecen las asociaciones relacionadas con ella. Dichas ONGs cada vez obtienen mayor apoyo social, mayor difusión y prestigio. Ello no se debe tanto a la belleza intrínseca de las aves sino a que el giro conservacionista nacido en 1954 ha alcanzado la madurez y empieza a dejarse oír en los medios de comunicación y a obtener logros cada vez más frecuentes.
Actualmente (año 2012), aun a pesar de esta crisis que recorta todo lo recortable, el movimiento de una ornitología que desarrolla a partes similares el puro gozo de la contemplación de las aves, la labor científica constante y las acciones conservacionistas, se mantiene en auge y empieza a configurarse como una fuerza importante de las varias que empujan hacia una política sostenible en temas no solo de medio ambiente sino también de desarrollo rural, agricultura, gestión del territorio y educación.
Y es que, el siguiente paso más allá del clásico conservacionismo fue hacer de la ornitología un factor indicativo de la salud del entorno natural y un recurso más a potenciar de cara a muchos aspectos de lo económico y lo social. Llegados aquí cabe citar varios factores donde el estudio sistemático de las aves y su conservación se salta las fronteras del “naturalismo” para entrar de lleno en lo social:
El turismo ornitológico ya es un sector de rápido y exitoso crecimiento en España. Proporciona puestos de trabajo no solo a guías y hosteleros sino a quienes construyen y mantienen recorridos, observatorios, centros de interpretación, literatura especializada, etc… El territorio español es una de las regiones más biodiversas de Europa y aquí acuden, en cada vez mayor número, aficionados del mundo entero interesados en observar aves tan emblemáticas como la Avutarda euroasiática, el Águila imperial ibérica o el Rabilargo ibérico. El volumen de empleo y los beneficios de una acertada gestión del territorio orientada a preservar ese valor natural, cobra importancia a cada año que pasa.
La preservación de las aves, en muchos casos está ligada a una agricultura, cuando no directamente ecológica, al menos racional y sostenible. Dicha agricultura proporciona productos mucho más sanos y éticos que el modelo desaforado de ganancias inmediatas que destruye el equilibrio alimentario y nuestro medio natural. La relación entre conservación de las aves y salud alimentaria no es la primera en que se piensa pero está más que constatada.
Puesto que hablar de proteger las aves es lo mismo que hablar de proteger el entorno natural, debemos tener en cuenta que dicha protección es una de las principales apuestas de futuro si queremos legar un mundo viable a nuestros descendientes, y más allá de ello están la decencia y el sentido común, virtudes cardinales que deben guiarnos hacia un progresivo abandono de las prácticas no sostenibles, sean estas industriales, agropecuarias o de infraestructuras (carreteras, aeropuertos, etc.). Arrasar nuestra parte del planeta para que unas pocas personas ganen dinero muy rápido y lo evadan a los paraísos fiscales o lo inviertan en más destrucción no es la mejor manera de crear puestos de trabajo ni para hoy ni para mañana. La ornitología es actualmente un potente indicador de cómo y hasta donde estamos alterando el medio ambiente del cual dependemos para todo; desde para respirar aire respirable hasta para comer algo comestible. Ni siquiera los astronautas pueden vivir sin un planeta habitable.
Sí; la ornitología ya es mucho más que la gozosa contemplación de unos seres fascinantes pues se ha convertido en un caballo de batalla para nuestra supervivencia, ligada como está a la supervivencia de la Tierra como sistema complejo, biodiverso y auto-renovable. Desde SEO/BirdLife cada día intentamos emplear más recursos para difundir esa realidad que ya solo las peores personas pueden ignorar (o hacer ver que ignoran).
Quizás todo empezó con un amor particular por los pájaros pero ese amor ha crecido hasta abarcar un mundo – nuestro mundo – con sus gentes (nosotr@s) y su amenazado futuro.