Escribano palustre: un pajarillo de invierno
Repicatalons – Emberiza schoeniclus (Reed Bunting)
La familia de los escribanos (Emberizae) tiene seis representantes en la península ibérica y todos crían también en Catalunya. Luego hay otros dos que son muy escasos pero regulares visitantes invernales en la cornisa cantábrica y tres o cuatro más divagantes. El escribano palustre se puede considerar uno de los más comunes, aunque sobre ello hay que hacer ciertas precisiones; como especie nidificante es raro y el censo de SEO/BirdLife (año 2003) calculaba menos de 400 parejas para España, incluida Catalunya. El censo del ICO para Catalunya (periodo 1999-2002) señalaba una horquilla de entre 70 y 130 parejas, la mayoría de ellas en el Delta de l´Ebre y el resto (20/30) en el pantano de Utxesa (Lleida). Aunque son datos antiguos podemos afirmar que, como ave reproductora, el escribano palustre es tremendamente escaso y localizado en la península ibérica. Pero si abrimos el atlas de aves invernantes en Catalunya (ICO 2006-2009) encontramos que una estima promedio de la población invernante en Catalunya arroja 377.000 ejemplares. Visto todo ello, se deduce que solo es común en invierno, cuando nos llegan migrantes del norte de Europa y el oeste de Rusia.
Entre mediados de octubre y finales de marzo, se extiende por toda Catalunya con varios núcleos importantes; la plana de Lleida, Delta de l´Ebre, Alt Empordà, plana del Llobregat y en la zona entre Salou y Tarragona.
En primavera verano se limita a los carrizales del Delta de l´Ebre y el pantano de Utxesa, en invierno amplía sus preferencias de hábitat y lo hallamos también en cultivos de regadío e incluso de secano, entornos de embalses y orillas fluviales.
Su distribución mundial es típicamente euroasiática y va desde el oeste de Marruecos, Portugal, Irlanda y norte de Noruega hasta la península de Kamchatka, Islas Kuriles, Japón y este de China. Dentro de ese enorme territorio, es un ave sedentaria en la franja templada que abarca desde Irlanda y el sur de Suecia hasta Mongolia y el NO de China. Entorno al mar Mediterráneo es mayormente invernal, aunque tiene muchos enclaves donde permanece todo el año, desde Portugal hasta Irán. Lo más al sur que se lo puede encontrar – y eso solo en invierno – es en el extremo meridional de Pakistán.
Su taxonomía es compleja ya que actualmente consta de veinte subespecies que podrían ordenarse en cuatro grupos susceptibles de ser considerados especies.
Como muchas diferencias morfológicas son clinales, es decir, graduales a lo largo de la geografía, resulta puñetero trazar líneas entre grupos. Pero, sin estos cacaos, que exigen mucho estudio e interminables discusiones, los taxónomos y taxónomas no solo se aburrirían si no que, llegados a cierto punto que ya se alcanzó lustros atrás, hubiesen tenido que cerrar la barraca y dedicarse a otra cosa. El escribano palustre se ríe de nuestros intentos para meter con calzador a la naturaleza en categorías claras e indiscutibles, cuando es algo que se ha demostrado excesivamente cuestionable en muchos casos. Opino que es un impulso bienintencionado y muy humano, pero a veces la perdiz (del conocimiento) queda más mareada que servida.
De punta de pico a punta de cola los escribanos palustres miden entre 14 y 16,5 cm. En plumaje de eclipse, el macho llega a asemejarse bastante a la hembra (foto de cabecera) pero su plumaje nupcial (foto de abajo) resulta vistoso y difícil de confundir entre los paseriformes europeos. Durante la temporada de cría, come básicamente invertebrados y cuando estos escasean al mediar el otoño, se pasa a una dieta vegetariana de semillas y otras materias vegetales. Parece que, al igual que muchas otras aves, tiene un amplio espectro de alimentación en ambas vertientes y el listado que ofrece el HBW Alive ocuparía muchas líneas. Gracias a ello, entre otros factores, no está amenazado de extinción, aunque hay subespecies como la E. s. witherby (la que cría en Utxesa) y la E. s. lusitánica, de Galicia y Portugal, que se han clasificado “en peligro” para el conjunto de la península ibérica. Desde 1980, en Europa se ha verificado un moderado descenso de población cuyas causas pueden ser múltiples; pesticidas, desecación de humedales, depredación de pollos y nidos por parte de gatos y visones americanos… Lo habitual, vamos. No se tienen datos de la enorme población asiática, aunque, al menos en ciertos enclaves, parece ser una especie común.