Focha común: la edad pintada en la cara
Fotja comú – Fulica atra (Common Coot)

6 julio 20193 julio 2019 Salvador Solé conócelas

Solo la gallineta común (Polla d´aigua) puede considerarse algo más adaptable que la focha común a la hora de aprovechar estanques y otros cuerpos de agua artificiales. A la focha no le gustan las corrientes (la gallineta las tolera bien) así que no se la suele ver en los ríos. La focha común es una de las aves más fáciles de observar en cualquier humedal, llegando a ser muy numerosa en el Delta de l´Ebre donde forma bandos de algún que otro millar de individuos no solo en las lagunas (l´Encanyissada, por ejemplo) si no también en las zonas más interiores de la bahía dels Alfacs (hemidelta sur).

Típica habitante del Delta del Llobregat i Aiguamolls de l´Empordà pero también presente en muchos otros enclaves de Catalunya, ya no digamos de la península ibérica.

De punta de pico a punta de cola mide entre 36 y 39 cm. Machos y hembras presentan el mismo aspecto, pero la edad se les nota en el tamaño del escudete blanco que se eleva sobre el pico; si os fijáis, el ejemplar que aparece en la foto de cabecera es un adulto mientras que el que nada en la foto de abajo seguramente no ha cumplido su segundo año. Es un ave territorial que, sobre todo a finales de invierno y en primavera, “anima” mucho las lagunas persiguiendo, insultando y dándose de patadas y picotazos con sus congéneres.

De dieta omnívora, aunque con base vegetariana, consume algas y plantas acuáticas (también plantas terrestres, incluidos los cereales) y les añade gusanos, camarones, pequeños moluscos, larvas y adultos de insectos, renacuajos, ranas y pececillos. Llega a depredar sobre pequeños mamíferos, pollos y huevos de otras aves. Está claro que se ríe del hambre. Amplitud en la dieta, adaptabilidad respecto al entorno acuático y puestas de entre 6 y 10 huevos, son las claves de su ubicuidad. Y eso a pesar de ser pieza cinegética entre octubre y febrero.

Las poblaciones del norte de Europa realizan moderadas migraciones otoñales hacia el Mar Báltico, el Mar Negro y la Europa central para pasar el invierno a salvo del hielo. Más al sur es un ave sedentaria que, no obstante, sabe despabilar cuando las condiciones se tornan demasiado adversas, colonizando rápidamente cualquier cuerpo de agua apto para su supervivencia.

Tal como era de esperar, esta es un ave de amplia distribución. Cría y veranea en toda la mitad meridional de Rusia, llegando hasta el norte de Japón y NE de China. Residente en países templados y tropicales desde las islas Azores hasta la India, Marruecos, norte de Argelia y Túnez incluidos. También tiene grandes poblaciones en Australia y Nueva Zelanda. Invernante desde Bangladesh hasta el SE de China y Taiwán así como en la mitad septentrional del Nilo y puntos del África subsahariana (norte de Senegal, Mali y Níger). Resulta muy escasa en Indonesia.

Aunque las américas quedan libres de su presencia, es allí donde más parientes tiene; nada menos que seis distintos representantes del género Fulica. Para el resto del viejo mundo (puntos de España, Marruecos, África meridional y Madagascar) solo nos queda la focha moruna (Fotja banyuda). Y en las islas de Hawai habita una octava especie.