Garceta común: la pequeña garza con coleta
Martinet blanc - Egretta garzetta (Little Egret)
En Catalunya – y también en la península ibérica – contamos con ocho especies de ardeidas (garzas) habituales. Sin duda, la garceta común se cuenta entre las más frecuentes, solo por detrás de la garza real (Bernat pescaire) y, depende de dónde, de la garcilla bueyera (Espulgabous). Por ser toda ella blanca, se confunde a menudo con éste último y con la garceta grande (Agró blanc) aunque ninguno de esos dos suele tener el pico negro y, todavía menos probable, los pies amarillos. En plumaje nupcial (véase la foto de abajo), la garceta común luce vaporosas plumas al final de la espalda y otras – finas y largas – en la nuca, rasgo que comparte con el, por lo demás distinto, martinete común (Martinet de nit).
Resumiré su distribución mundial diciendo que está presente, como especie residente, invernante o estival en la Eurasia templada y tropical, islas de Borneo, Papua-Nueva Guinea y muchas otras de Indonesia, así como en Australia, Japón y África casi toda (excepto el Sáhara). Incluso aparece estacionalmente en Nueva Zelanda. En Catalunya no empezó a reproducirse hasta el año 1973 y en el año 2002 se calculó que criaban unas 1.760 parejas, de las cuales 1.080 lo hacían en l´Encanyissada (Delta de l´Ebre).
La protección de los humedales ha favorecido su expansión como ave nidificante.
Ahora, en Catalunya, es fácil de ver todo el año en Delta de l´Ebre, Aiguamolls de l´Empordà y Delta del Llobregat. Frecuenta gran variedad de ecosistemas acuáticos desde marismas a embalses de interior. No es raro que se asome a costas abiertas, sobre todo en desembocaduras de ríos y playas cercanas.
De punta de pico a punta de cola mide entre 55 y 65 cm. Los machos tienden a ser algo mayores que las hembras, así que si un ejemplar mide 63 cm tiene un 90% de posibilidades de ser un macho. Fuera de eso, no hay modo de diferenciar ambos sexos. Es un ave carnívora pero oportunista que aprovecha los recursos alimenticios allí donde los encuentra y por eso su dieta es amplia; crustáceos, moluscos, todo tipo de pececillos, insectos variados, anfibios, arañas, lombrices de tierra, pequeños reptiles, roedores e incluso polluelos de otras aves. La garceta común se ríe del vegetarianismo y ni siquiera se ha citado que pique las suculentas plantas acuáticas que suele tener tan a mano.
