Abejaruco persa: escavador de nido entusiasta
Abellerol de Pèrsia - Merops persicus (Blue-cheeked Bee-eater)
En la Europa política solo vemos una especie de esta familia: el abejaruco europeo. Pero en el entorno mediterráneo hay otros dos que, localmente, pueden considerarse comunes. El abejaruco persa pasa el invierno en el África subsahariana pero atraviesa el desierto para criar en Marruecos y desde el NE de Egipto hacia el este llegando por el NE hasta el sur de Mongolia y por el SE hasta el NO de la India. Además, en Israel y la península Arábiga reside el abejaruco esmeralda árabe (Merops cyanophrys) del que hablaré el próximo sábado. Y por el África subsahariana, el Asia tropical, sureste asiático y Australia se extienden otras 28 especies de abejarucos, haciendo un total de 31.
El abejaruco persa mide cosa de 31 cm de punta de pico a punta de cola, más los 7 cm que le pueden llegar a sumar las plumas centrales de la cola proyectándose al estilo del págalo parásito (paràsit cuapunxegut). La familia de los abejarucos carece de dimorfismo sexual visible en el campo y el persa no es una excepción. En verano se reproduce sobre todo en desiertos cerca de cuerpos de agua con entorno de juncos y tamariscos.
Durante la época de reproducción se alimenta principalmente de himenópteros (abejas, avispas…) pero en invierno tira más de libélulas. No obstante, también puede cazar todo tipo de insectos voladores: cigarras, mariposas, escarabajos…
Como tantos abejarucos, excava un túnel en un talud de arena al final del cual crea la cámara donde pone e incuba los huevos. Las parejas entusiastas llegan a profundizar tres metros en el talud, aunque otras de quedan a un tercio de eso y, la mayoría, en recorridos intermedios. Normalmente se junta en colonias laxas de aprox. diez parejas que dejan una media de 72 m entre cada nido (+/- 11 m). Excepcionalmente, se ha documentado alguna colonia de mil nidos.
Su estatus de conservación es “no globalmente amenazado”. Hoy (2023) resulta local y escaso en Turquía, donde antaño estuvo más extendido pero, en general, se le considera entre común y relativamente común. No parece que sufra demasiadas amenazas para su conservación, fuera de las habituales.