Vencejo pálido: criando con las calmas
Falciot pal·lid - Apus pallidus (Pallid Swift)
El último censo del ICO estima que crían en Catalunya entre 800 y 2700 parejas de esta especie. Puesto que las cifras del vencejo común (Falciot negre) oscilan entre las 100.000 y las 200.000 parejas, queda claro lo que cuesta hallar un pálido entre tanto común. Más todavía por lo mucho que se parecen: para distinguirlos – aparte de haberlos estudiado – hace falta que la luz solar incida bien sobre ellos.
De punta de pico a punta de cola mide cosa de 16 cm, mientras que el vencejo común hace entre 16 y 18 cm. No me consta que exista algún rasgo de dimorfismo sexual que podamos apreciar en el campo. Incluso cuando vocaliza se asemeja a su pariente.
Un estudio llevado a cabo en Gibraltar dio como resultado que, al menos allí, el vencejo pálido se alimenta en un 93% de pequeños insectos voladores (hymenópteros, hemípteros, dípteros…) mientras que los medianos o grandes, como los escarabajos, las mariposas y las libélulas quedan en franca minoría. Obviamente, la dieta puede cambiar de un lugar a otro e incluso de un año a otro, dependiendo de lo que haya disponible.
Mis dos lugares favoritos para buscarlo son el mirador de Canópolis (en Garraf) y el Pla de Gates (en el Cap de Creus). Y las fechas entre mediados de abril y mediados de septiembre. Los primeros aparecen en marzo, antes de que lleguen los vencejos comunes. Y los últimos se marchan en octubre, dos meses después de que su pariente se haya largado. El vencejo pálido se ríe de las prisas del otro, que llega tarde, cría a marchas forzadas y se marcha temprano. Él, en cambio, se lo toma con calma y eso nos da la oportunidad de detectarlo mejor en los momentos en que el común no está presente.
En Catalunya, el pálido es mayormente litoral y solo se mete unas decenas de kilómetros tierra adentro en el Alt Empordà. Como no cría más allá de la mitad sur de Francia y lo hace siguiendo la costa, poco sentido tiene buscarlo en las comarcas del interior de Catalunya. Sin embargo, puesto que existen colonias en Zaragoza, tampoco puede descartarse que hayan parejas que opten por criar en las comarcas de Lleida.
Cuando no nidifica en edificios rurales o urbanos busca los acantilados y otras paredes rocosas. Su densidad es mayor desde la Costa Brava hacía el norte, así como en el litoral del Tarragonés, Baix Camp y norte del Baix Ebre.
Aunque de forma moderada, parece que su población catalana ha ido creciendo desde 1975, quizás a causa del ascenso de las temperaturas, que podrían favorecerlo. No obstante, hay que tener en cuenta que parte de la mejora en las cifras podría deberse al mayor número y experiencia de l@s voluntari@s que lo censan.
Inexplicablemente, la guía de aves on line de SEO, a fecha de febrero del 2022, omite al vencejo pálido así que la información de que dispongo se remonta al “Atlas de las aves reproductoras de España”, editado en el 2003. Allí se explica que la población española de esta especie rondaría las 40.000 parejas. Fuera de Catalunya y la colonia zaragozana, casi no se le detecta en la mitad norte de la península ibérica, siendo escaso en Madrid y algo menos en Extremadura y Ciudad Real. El grueso de sus efectivos se concentran en Andalucía, especialmente en Huelva y Sevilla. Todo esto, recordemos, en el año 2003. También cría en las Baleares y las Canarias. Cuando encuentra lugares óptimos puede formar colonias compuestas por cientos de parejas.
Su distribución mundial tiene zonas de residencia en el norte de Niger y Chad así como en el Valle del Nilo y puntos de la mitad occidental de Egipto. En el entorno mediterráneo es una especie estival (reproductora) que tiene sus mayores contingentes en Marruecos, el norte de Argelia y Túnez. Luego se le encuentra disperso por la península arábiga, llegando al norte de Eritrea y el litoral de Irán. Las colonias de cría más orientales están en en NO de Mauritania y las islas de Madeira. En invierno ocupa una ancha franja de países que van desde el sur de Mauritania hasta Sudán del Sur, con un curioso reducto en el extremo SE de Irán y SO de Pakistán. Los invernantes más meridionales los encontraremos en el litoral nigeriano.
Si bien escasea en muchos lugares, abunda en otros y globalmente su población podría ser estable o estar creciendo ligeramente, así que se le considera no amenazado.
Servidor d’Informació Ornitològica de Catalunya
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