Porrón pardo: el chocolatero

Morell xocolater – Aythya nyroca (Ferruginous Duck)

 

Hay muchas cosas marrones, pero una de las más agradables que asociamos con ese color es el chocolate. Como el plumaje de esta anátida tiene más marrón que el del resto, en catalán alguien – a saber quien – tuvo la idea de apellidarlo xocolater. Se ríe de la arbitrariedad de nuestra nomenclatura ya que, con el mismo aspecto, le podría haber caído el apelativo de “bord”.

Es un pato muy escaso en Catalunya pero cada año se ven unos pocos. Eso sí, que se sepa, solo hay dos registros de reproducción, uno en 1962 y otro en el 2015. El “Atles dels ocells nidificants de Catalunya” (ICO) señala que aquí casi no existe el tipo de ecosistema ultra-concreto que le gusta: aguas dulces ligeramente eutróficas con profundidades de entre 30 y 100 cm con alta cobertura vegetal emergente y sumergida. En Catalunya son condiciones que solo se dan en alguna balsa de depuración o estanque de campo de golf… Un tanto insuficiente, diría yo. Pero, sin criar, se le puede encontrar – con suerte y de vez en cuando – en cualquiera de nuestros tres principales humedales litorales y también en algunos de interior, como el embalse d’Utxesa o el Estany d’Ivars.

De punta de pico a punta de cola mide entre 38 y 42 cm. El macho vuela en la foto de cabecera. La hembra es prácticamente idéntica pero tiene el iris oscuro (foto de abajo).

La mayor parte de su dieta la componen semillas, raíces y partes verdes de plantas acuáticas. Como guarnición se sirve de invertebrados mojados (gusanos, moluscos, crustáceos..) así como larvas e insectos diversos. Puntualmente pica algún anfibio o alevín. A título anecdótico, se le ha visto alimentarse en un campo de patatas.

Hacia finales del siglo XX y primeros del XXI estuvo apunto de extinguirse en España, cuando se contaron menos de 10 parejas. Desde entonces, la suelta de ejemplares criados en cautividad ha logrado un cierto repunte de sus números; ya se detecta en 86 cuadrículas UTM (10 x 10 km) de la península ibérica distribuidas entre Andalucía, Castilla-La Mancha, islas Baleares, Cataluña y Madrid, habiéndose constatado su cría en 14 de las 86 cuadrículas. Eso no indica que se halla librado del peligro de extinción ya que, por citar un único factor de riesgo (de los varios que le acechan), el calentamiento global y sus desastres climáticos van a tener mucho que decir al respecto en las próximas décadas.

Proyectando más lejos la mirada, vemos que – en primavera y verano – es una especie extendida por el este de Europa, el SO de Rusia, Kazajistán, oeste de Mongolia y NO de China. También cría de forma muy dispersa en puntos de Oriente Medio, NO de la India y China. Luego vemos poblaciones residentes esparcidas desde el sur de Afganistán hasta el NE de Marruecos. Sus zonas de invernada abarcan la franja de países subsaharianos y, a través del sur de Asia, hasta el centro de China y norte de Vietnam. A pesar de hallarse tan extendido se le considera casi amenazado. Su contingente mundial se calcula, grosso modo, en entre 40.000 y 100.000 ejemplares: muy poquito para tanta geografía como he mencionado. Reducciones del 90% de su presencia han sido documentadas en demasiados sitios y se ha vuelto entre escaso y raro de narices en buena parte de su distribución.

Hembra adulta de porrón pardo (Delta del Llobregat 26-9-1998). Foto de Salva Solé.

 

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Salvador Solé

Ornitólogo, fotógrafo, viajero y articulista. Socio de SEO/BirdLife desde 2002, colabora con el Grupo Local SEO Barcelona desde su fundación en 2010 y desde el mismo imparte cursos y charlas, también es guía de excursiones ornitológicas divulgativas.

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