Aves y Poesía – Capítulo 2
Aves en la poesía desde el S. XIII a los contemporáneos
Esta vez viajaremos desde el siglo XIII con el Arcipreste de Hita, nos deleitaremos con San Juan de la Cruz y hasta podremos buscarle la moraleja a la Fábula de Samaniego “El Búho y El Hombre”. Nuestro capítulo de hoy, termina con un fragmento de Dámaso Alonso donde se nombra al Cárabo y a la Zumaya. Que lo disfrutéis.
CAPÍTULO 2
Las Ranas Que Demandaban Un Rey (fragmento)
Juan Ruiz – Arcipreste De Hita (1283 -1350)
Del Libro de buen amor
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Envióles por su Rey cigüeña mansillera,
cercaba todo el lago, ansí fas la ribera,
andando pico abierta como era venternera
de dos en dos las ranas comía bien ligera
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Cántico Espiritual (fragmento)
Juan de Yepes – San Juan de la Cruz (1542–1591)
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Esposo
Vuélvete, paloma,
que el ciervo vulnerado
por el otero asoma,
al aire de tu vuelo, y fresco toma.
……….
Esposo
La blanca palomica
al arca con el ramo se ha tornado,
y ya la tortolica
al socio deseado
en las riberas verdes ha hallado.
……….
El Búho y El Hombre
Félix María de Samaniego (1745-1801)
Vivía en un granero retirado
un reverendo búho, dedicado
a sus meditaciones,
sin olvidar la caza de ratones.
Se dejaba ver poco, mas con arte;
al Gran Turco imitaba en esta parte.
El dueño del granero
por azar advirtió que en un madero
el pájaro nocturno
con gravedad estaba taciturno.
El hombre le miraba y se reía.
«¡Qué carita de pascua!», le decía.
«¿Puede haber más ridículo visaje?
Vaya, que eres un raro personaje.
¿Por qué no has de vivir alegremente
con la pájara gente,
seguir desde la aurora
a la turba canora
de jilgueros, calandrias, ruiseñores,
por valles, fuentes, árboles y flores?»
«Piensas a lo vulgar, eres un necio»;
dijo el solemne búho con desprecio;
«mira, mira, ignorante,
a la sabiduría en mi semblante:
Mi aspecto, mi silencio, mi retiro,
aun yo mismo lo admiro.
Si rara vez me digno, como sabes,
de visitar la luz, todas las aves
me siguen y rodean; desde luego
mi mérito conocen, no lo niego.»
«Ah, tonto presumido»,
el hombre dijo así; «ten entendido
que las aves, muy lejos de admirarte
te siguen y rodean por burlarte.
De ignorante orgulloso te motejan,
como yo a aquellos hombres que se alejan
del trato de las gentes,
y con extravagancias diferentes
han llegado a doctores en la ciencia
de ser sabios no más que en la apariencia».
De esta suerte de locos
hay hombres como búhos, y no pocos.
Canción de la Primavera (fragmento)
Pablo Piferrer (1818–1848)
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¿La oís que en los aires trina?
Suene la gaita, —ruede la danza:
—«Abrid a la golondrina,
Que vuelve en alas—de la esperanza.»—
……….
El día de los difuntos (fragmento)
Dámaso Alonso (1898-1990)
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Ah, nosotros somos un horror de salas interiores en cavernas sin fin,
una agonía de enterrados que se despiertan a la media noche,
un fluir subterráneo, una pesadilla de agua negra por entre minas de carbón,
de triste agua, surcada por las más tórpidas lampreas,
nosotros somos un vaho de muerte
un lúgubre concierto de lejanísimos cárabos, de agoreras zumayas*, de los más secretos autillos.
……….
*Zumaya = Chotacabras
Muchas gracias Salva.
Un toque de cultura nunca está de más. Y no debe ser fácil hallar y seleccionar versos. Estupenda labor, Javier.