Milano negro: la rapaz nómada
Milà negre – Milvus migrans (Black Kite)
Al igual que el zopilote negro y el aura gallipavo, dos pequeños buitres del Nuevo Mundo, el milano negro es una rapaz todoterreno que igual prospera en el semi-desierto que, en las ciudades, en montes arbolados, sabana, humedales, costas… Aunque evita los bosques y selvas densos, necesita árboles para nidificar; esa sería su única exigencia ecosistémica, siempre que tenga comida a mano. Y como también se zampa casi cualquier animal terrestre o acuático, vertebrado o no, que pueda atrapar y le quepa en el pico, queda claro que el milano negro se ríe de la especialización.
En Catalunya, entre abril y septiembre, es muy común, cuando no numeroso, en vertederos como el de Lleida, cerca de Alfés.
Puesto que tiene hábitos gregarios, allí donde abunda la basura reciente llegan a juntarse unos cuantos centenares que comparten buffet libre con cigüeñas blancas (Cigonya blanca), gaviotas patiamarillas (Gavià argentat) garcillas bueyeras (Espulgabous), buitres leonados (Voltors comuns) córvidos y otras aves oportunistas. Es bueno aprender a distinguir al milano negro del milano real (Milà reial) que, excepto en invierno y en ciertos sitios, es mucho menos abundante; atentos a cuánto se parecen los adultos de milano negro (con paneles alares claros bien marcados) a los milanos reales jóvenes que, por debajo, son menos rojizos que los adultos. El milano negro carece de dimorfismo sexual así que no se distinguen a simple vista los machos de las hembras.
En el año 2002 el ICO estimaba una población reproductora catalana de entre 400 y 1000 ejemplares y se le consideraba especie vulnerable. No sé si eso ha cambiado. La verdad es que, en primavera y verano, es un rapaz fácil de ver en zonas agrícolas llanas como los secanos de Lleida, los arrozales de la Gallinera (Fortiá, cerca de Aiguamolls de l´Empordà) y muchos otros sitios. Claro que hay que contar con que nos visitan muchos ejemplares jóvenes que no se reproducen y que nomadean ampliamente en busca de más comida. En Europa es una rapaz que pierde efectivos, probablemente debido a la política agraria que está mermando los insectos y los micro-mamíferos. También padece los males típicos de cualquier rapaz; envenenamientos, choques con tendidos eléctricos… No obstante, parece que eso es distinto en Francia y la península ibérica donde, en general, su población ha ido en aumento desde 1980. En otras partes del mundo como la India y el África subsahariana, allí donde la agricultura es menos química y la mala gestión de los vertederos le beneficia, el milano negro es a menudo la rapaz más exitosa incluso en el centro de grandes ciudades. No es que allí no muera a puñados, por envenenamiento intencional y accidental, electrocución y demás, pero, por ahora, no solo sobrevive si no que medra.
Acabaré antes de definir el área mundial de distribución del milano negro si señalo de dónde se halla ausente; las dos Américas, Melanesia y Micronesia, Islandia, Nueva Zelanda, Groenlandia, las islas británicas, la tundra siberiana, Escandinavia y la Antártida. En los países tropicales restantes, este de China y Japón, es residente mientras que en los climas templados y frescos es estival. Los ejemplares más audaces suben hasta los límites septentrionales de la taiga rusa para criar. Aunque no está presente en el Sáhara y muchas de las islas de Indonesia, sobrevuela esos lugares en sus migraciones.
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