Piquituerto común: especialista en piñas
Trencapinyes – Loxia curvirostra (Red Crossbill)
He aquí el tercer componente del trío que podríamos denominar “grandes fringílidos especiales”. Los otros dos serían el camachuelo común (Pinsà borroner) y picogordo común (Durbec), especies que, desde hace tiempo, tienen su articulillo en “Conócelas”. Así como el jilguero europeo (Cadernera) no llega a los 14 cm de punta de pico a punta de cola y el serín verdecillo (Gafarró) se queda en 12 cm, los “tres grandes” alcanzan los 17 cm. Pero el tamaño no es lo que más importa ya que lo que hace especial al piquituerto común es su pico de puntas cruzadas, herramienta que evolucionó para abrir las escamas de las piñas y extraer los piñones tiernos que solo constituyen una parte principal de la dieta de las poblaciones que viven en pinares ya que, sobre todo fuera de Catalunya, también habita otros tipos de bosque. Esta es una especie bien estudiada y la lista de semillas que se le ha visto consumir es muy larga; incluiría abedul, avellano, diente de león, arándano, cardos y cereales. También se zampa manzanas e incluso plátanos cuando los pilla. Por si fuera poco, no les hace ascos a los invertebrados; polillas, pulgones, moscas, escarabajos, arañas y hasta babosas. Así que, aunque el piquituerto común tiene un pico especializado y en muchos sitios se centra en los piñones, se ríe de la dieta única y pica de casi todo.
La ruta del piquituerto se encuentra en el Parque Natural del Cadí-Moixeró en la zona de los Orris del municipio de Bagà
Su distribución mundial abarca las zonas forestales templadas y boreales del hemisferio norte, desde Canadá hasta Japón pasando por toda Eurasia. Las poblaciones más meridionales de esta especie se encuentran en los Himalayas y en el Atlas marroquí. En Europa tienen una distribución extensa pero discontinua, dependiente de hábitats aptos. En la península ibérica reside en el lado mediterráneo y puntos del tercio norte. En invierno puede dispersarse ampliamente, llegando a la mitad septentrional de Portugal. Si hablamos de Catalunya, el Piquituerto ocupa los Pirineos occidentales y las sierras prepirenaicas. Pero también hay poblaciones (a veces muy escasas y locales) en las comarcas del Baix Llobregat, Bagés, Anoia, Alt Penedés, Alt Camp, Conca de Barberà, Garrigues, Priorat, Terra Alta, Baix Ebre i Montsià. En total, el ICO calcula que la población catalana de piquituerto común está entre los 17.400 y los 48.000 ejemplares. Aun así, no es un ave que te topes en cualquier sitio e incluso se le ha dedicado un corto sendero en el Parc Natural Cadí-Moixeró; la “Ruta del Trencapinyes”. Pero como las bandadas nomadean a la busca de alimento, no siempre lo puedes ver, ni siquiera allí. Habitualmente me lo encuentro en el mismo sitio donde voy a buscar el verderón serrano (Llucareta); el entorno del refugi del Gall Fer, Bosc de Virós arriba, cerca de Araós (Pallars Sobirà).
Como sucede con algunos otros fringílidos, distinguir las hembras de los machos es fácil; en el caso del piquituerto, la hembra adulta presenta un plumaje amarillo verdoso (foto de cabecera) y el macho es rojo (foto de abajo). Los jóvenes son pardo grisáceos y muy jaspeados de pintitas oscuras pero su pico de puntas cruzadas lo delata. En cuanto empiezan a madurar les asoman plumas rojas o amarillentas, según su sexo.
En Catalunya, la población pirenaica parece estable, aunque en el resto del territorio sufrió mucho con las oleadas de incendios de las décadas de 1980 y 1990. En invierno nos llegan ejemplares del centro y el norte de Europa. Sin embargo, esas visitas varían notoriamente de un año a otro, según las oleadas de frío y la fructificación de las coníferas.
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