Zorzal patirrojo: francamente elegante
merla cama-roja de les Bahames - Turdus plumbeus (Red-legged Thrush)
La familia Turdidae (mirlos, zorzales y afines) consta de 175 especies distribuidas en 17 géneros. El género Turdus es, con diferencia, el más numeroso y extendido pues cuenta con 86 especies que han colonizado todo el planeta a excepción de la Antártida y unas cuantas islas. Allí donde no llegaron los Turdus por sus propios medios – como, por ejemplo, Australia donde sí que hay parientes del género Zoothera – han sido introducidos (mirlo común y zorzal común).
Aquí os muestro un zorzal caribeño francamente elegante que habita las Grandes Antillas (Cuba, República Dominicana – Haití, Puerto Rico…) y el Archipiélago de las Bahamas. Ausente de Jamaica y casi todas las Antillas Menores pero presente en Dominica.
De punta de pico a punta de cola mide entre 25 y 28 cm: un centímetro más que nuestro mirlo común (merla comuna). Aunque las hembras son, en promedio, algo menores que los machos y levemente menos coloridas, pueden confundirse con un macho inmaduro o algo pachucho. Vamos, que no tiene suficiente dimorfismo sexual como para distinguir los sexos sin tener el bicho en la mano.
La dieta de los adultos se basa en invertebrados, bayas y frutillas. También puede consumir ranas y pequeños lagartos.
Es un ave forestal de amplio espectro lo cual incluye plantaciones de frutales, de café, jardines diversos y entornos suburbanos con suficiente cobertura vegetal. Nidifica en árboles a cierta altura: como muy bajo, a 3,6 m del suelo. Si eliminas los árboles, erradicas a esta especie, lo cual sucede cuando se expanden las ciudades y urbanizaciones “duras”, los pastos para ganado y los cultivos no arbóreos. Aun así, puesto que a menudo es numeroso, está muy extendido, se adapta a zonas de árboleda joven (en crecimiento) y es bastante omnívoro, se le considera no amenazado. Otro gallo le cantase si dependiese de los bosques pristinos, ya muy escasos en el Caribe.
Puede pasarse la vida moviendose dentro de un puñado de héctáreas y no realiza migraciones pero, si las distancias no son excesivas, es capaz de volar de una isla a otra. Por ejemplo, se le ve de vez en cuando en la Pequeña Caimán sin que se hayan detectado intentos de reproducción. Según el eBird, un divagante fue reportado en el estado norteamericano de Florida en mayo de 2010, y otros dos en abril y en junio del 2019.