Algo está pasando en los Aiguamolls de l’Empordà
Una voz de alarma sobre la situación en uno de los espacios clave para la conservación en Catalunya
Hace ya 25 años (¡hay que ver cómo pasa el tiempo!) que estuve por primera vez en el Parque Natural de los Aiguamolls. Puedo afirmar que a raíz de esa visita mi afición por la observación de aves se incrementó de manera considerable. Y, llamadme romántico, pero desde esa fecha he ido reencontrándome regularmente con unos paisajes que, aunque ya son de sobra conocidos, nunca dejan de sorprenderme.
Durante los primeros años estas salidas eran una fuente importante de “bimbos” (el primer torcecuello euroasiático, falaropo picofino, la primera cigüeña negra, barnacla cariblanca, etc.). Pero de un tiempo a esta parte, cada vez voy teniendo la impresión de que la cantidad de aves que veo ahora es muy inferior a la de hace años, y que muchas lagunas están prácticamente secas y, en concreto Mas Matá, que yo recuerdo haberla visto “a tope” de aves, actualmente está semi vacía, aún en las mejores épocas.
Pero como los recuerdos nos pueden traicionar y la idealización del parque puede estarme jugando una mala pasada, he acudido a datos objetivos: las cifras de los censos para intentar confirmar o no mi impresión (ver enlaces al pie) y aquí tenéis un resumen de esos datos, que desgraciadamente confirman mis apreciaciones.
Aves Reproductoras
En base al control sistemático de 21 especies se observa una disminución considerable de las parejas nidificantes: cisne, tarro blanco, ánade friso, pato colorado, somormujo lavanco, zampullín común, avetoro común, avetorillo común, garza Imperial, cigüeña blanca, aguilucho lagunero occidental, busardo ratonero, cernícalo vulgar, calamón común, focha común, polluela chica, cigüeñuela común, chorlitejo patinegro, chorlitejo chico y carraca europea.
La media en los años 90 era de 439 parejas. En el periodo comprendido entre 2000 a 2010 bajo a 359 pareja, y de 2011 a 2015 han sido 275 parejas. Esto supone una bajada del 40% en menos de 30 años.
Por especies la disminución es especialmente significativa:
Especie | Año 1993 | Año 2015 | descenso |
Focha común | 150 parejas | 48 parejas | ↓ 32% |
Cigüeñuela común | 113 parejas | 41 parejas | ↓ 36% |
Garza Imperial | 28 parejas | 13 parejas | ↓ 46% |
Avetorillo común | 35 parejas | 9 parejas | ↓ 26% |
Calamón | 30 parejas | 1 pareja | ↓ 99% |
Por el contrario se incrementan las parejas reproductoras:
Cigüeña blanca | 6 parejas | 89 parejas | ↑ 1483% |
Ánade friso | 25 parejas | 43 parejas | ↑ 172% |
De hecho la cigüeña es la que mantiene unas cifras mínimas, ya que esta especie representa el 26% del total de reproductoras de 2015
La causa de esta disminución, según los gestores del parque, está motivada por la presencia de depredadores como el Jabalí y el Visón americano que causan grandes estragos en las nidadas.
Puedo añadir por mi parte que el pasado invierno observé también varios ejemplares de coipú especie invasora que también puede causar daños tanto en la vegetación como en el nivel hídrico de las lagunas (ver enlaces)
Aves Invernantes
Anátidas y fochas
A pesar de que los últimos datos que he podido encontrar (censo invernantes 2014) reflejan un importante aumento de ejemplares en relación con años anteriores, no podemos confirmar esta tendencia al haber sido incapaz de localizar los censos de 2015 y 2016
De todas maneras hay que tener en cuenta que de 2010 a 2013 el número total de invernantes apenas superaba los 5.000 individuos.
Si observamos la serie histórica desde los años 90 hasta ahora veremos qué: en los años 90 la media de ejemplares estaba cerca de los 15.000, llegando a una cifra excepcional en 1994 con 25.000.
Esta tendencia se repite desde el año 2000 hasta el 2007 con un pico en 2002 de 20.000 ejemplares. A partir de esta fecha empieza el descenso con un mínimo en 2013 que es inferior a 5.000 ejemplares.
Ardeidas
En los años 90 la media era de 1.900 ejemplares pasando a solo 564 en 2014 (el descenso más importante se da en la garcilla bueyera).
Limícolas
La media de los años 90 es de 10.600 ejemplares, en el año 2014 se pasa a 3.028 individuos (descenso importantísimo en avefrías)
Al parecer las causas, siempre según los gestores, estarían ligadas al cambio climático y al régimen de lluvias.
He intentado comparar están tendencia con la de otras zonas similares. Parque Natural del Delta del Ebro: el número de aves invernantes en este espacio natural ha sufrido una disminución de cerca del 20% desde el 2011, debido a la lucha contra la plaga del Caracol manzana que obliga a dejar secos los arrozales durante los meses invernales. Parque Natural Albufera de Valencia: imposible encontrar censos en la web oficial del sitio. Parque Nacional de Doñana: el censo para el año 2016 da una cifra 675.000 aves lo que constituye un record histórico en los últimos 15 años, todo esto a pesar de los innumerables problemas y amenazas que se ciernen sobre esta zona.
Parece claro que existen factores “naturales” externos, que pueden influir de manera puntual en la presencia tanto de aves invernantes como reproductoras, pero ¿y la presencia humana? ¿y la gestión? (ver enlaces). En cuanto a la gestión del parque me reservo la opinión, dado que no tengo ni los conocimientos técnicos ni los medios adecuados para valorarla, pero sí os dejo unos datos: Año 2012, dinero público recibido, un millón de euros (ocupó el 8º lugar entre los parques que dependen de la Generalitat). En cambio fue el 5º por generación de recursos y el 6º en personal. Según la memoria de 2014 visitaron el parque 161.000 personas (también aquí desciende el número), si estudiamos la cifra de visitantes por meses vemos que la mayor concentración se da en los meses de abril, mayo y junio (época de reproducción) con una media de más de 800 personas/día. Por el contrario la menor presencia corresponde a los meses de diciembre, enero y febrero (época de invernada) media de 160 personas.
Yo sobre esto saco una conclusión que puede ser aventurada: una gran mayoría de visitantes no están muy interesados en la avifauna del lugar, sus visitas al parque se pueden asimilar a paseos por un jardín, en bastantes casos acompañados por sus perros (no tienen prohibida la entrada) que suelen campar a sus anchas (y no comentes este extremo con los dueños, les puede “sentar mal” y no te van a hacer ni caso, digo esto por experiencia propia).
Últimamente la situación del Parque Nacional de Doñana está ocupando espacios en gran cantidad de medios de información y, aunque la importancia de los Aiguamolls es muchísimo menor, he acudido a internet para ver qué noticias encontraba sobre esto… Casi ninguna, solo un artículo publicado en la Vanguardia del 30 de diciembre de 2014: ¿Qué pasa en los Aiguamolls? Os pido que lo leáis con detenimiento, sus conclusiones son muy interesantes para saber qué es lo que está pasando. Y pueden que también contengan la clave de por qué hay tan poca información en los medios sobre este problema.
Para finalizar, con este articulo no tengo la intención de dar un diagnostico y mucho menos aportar posible soluciones (sólo soy un aficionado a la ornitología), pero quiero dejar constancia de un hecho, ALGO ESTA PASANDO EN LOS AIGUAMOLLS. De todas maneras yo voy a seguir visitándolo regularmente, ya os he contado que existen motivos “sentimentales” para hacerlo, con la esperanza de que en algún momento este lugar recupere el esplendor de épocas pasadas, a pesar de gestores, urbanistas, agricultores, sociedades cinegéticas y cambio climático.
Enlaces
http://fentaleta.blogspot.com.es/2014/
http://ccaa.elpais.com/ccaa/2012/04/16/catalunya/1334605711_958811.html
http://iaeden.cat/denunciem-la-tala-massiva-de-tamarius-als-aiguamolls-de-lemporda/
http://iaeden.cat/la-diputacio-segueix-les-obres-en-el-connector-dels-aiguamolls/
http://parcsnaturals.gencat.cat/es/detalls/Noticia/Cens-hivernants-2016
Hola Javi Ruiz y cía .muy interesante y sugerente el tema que has escrito . Pues si es verdad que las poblaciones ya no sólo en zonas de parques naturales sino en zonas rurales y agrícolas están bajando las poblaciones y los censos como se realizan en los parques naturales y demás espacios es un Buen indicador para saber que esta ocurriendo. Me has echo recordar los censos que he echo y seguiré contigo en el llobregat y censos y anillamientos que realizaba en el parque natural del delta del ebre. Como bien dices es un tema que preocupa y mucho. y nuestro caminar en la naturaleza y las charradas que habéis echo en las aulas de alguna escuela . Las excursiones que hace Gloria con crios . Y resto del grupo local que va haciendo su caminar es para bien . A seguir facilitando, a las nuevas generaciones más jóvenes la educacion y conservación por el medio natural. Un artículo bastante interesante y a concienciar a mucha gente Saludos cordiales Javier R
Magistral artículo, Javier (también me he leido el que enlazas, de la Vanguardia).
Estoy de acuerdo contigo. No sería justo cargar toda la responsabilidad a la gestión del parque, pero se podría cargar un 70% ya que incluso el tema de los jabalíes y los visones puede tramitarse mejor. Yo también recuerdo mucha más biomasa aviar en los años 90. En invierno, en el Bruel (la Massona), se nota un montón; de un estanque literalmente cubierto de cercetas comunes (algún que otro millar) hemos pasado a contar menos de 100. Yo también seguiré yendo; uno teme que, si deja de ir, se venda el terreno a las inmobiliarias turísticas…
Javi, qué artículo más interesante y completo. Yo no llevo los años que llevas tú dedicado al tema pero cada primavera visito los espacios más emblemáticos que tenemos en Catalunya y tienes toda la razón al decir que cada vez se ve menos cantidad de aves y a veces esto depende entre otras causas de los usos agrícolas o transformaciones puntuales del terreno, como el echo de encontrarte una zona más o menos inundada de agua, lo que repercute en la presencia de cierto tipo de aves. Esta primavera estuve en Doñana por primera vez y al visitar las zonas más turísticas pude constatar la poca variedad y cantidad de aves presentes, lo que me dejó hasta un poco decepcionado al pensar en ese supuesto paraíso de las aves que ya no me lo parece tanto, aunque también es verdad que en cuatro días ni se pueden visitar muchos sítios ni se pueden sacar grandes conclusiones.
Gracias por tantos enlaces de notícias referentes al tema, aunque para leerlos todos voy a necesitar unos cuantos días.