Reseña de la Celebración del Día de los Humedales 2023
Excursión al Parc del Falgar i la Verneda – 4 de febrero

Para celebrar el Día de los Humedales, este año decidimos explorar una zona nueva para muchos de nosotros: el Parc del Falgar i la Verneda, un humedal creado artificialmente en el 2019 a partir de las aguas del río Congost, que separa el pueblo del Llerona de la zona industrial de Les Franqueses del Vallès.

Su variedad y abundancia de especie de aves, su cercanía a Barcelona (unos 40 minutos en coche) y su diseño de parque urbano, recurrible cómodamente en tres horas, fueron los criterios que llevaron a su elección, tras la propuesta de los compañeros del Grupo Local SEO Barcelona Alejandro, Javier y Montse. Estos últimos llevan diversos años realizando el censo invernal del programa SACIN en esta reserva Ramsar con resultados sorprendentes.

Además de veteranos de las actividades del Grupo Local, entre los cuales se encuentran destacados ornitólogos, fotógrafos y voluntarios de SEO/BirdLife, también nos acompañaron en este día de celebración numerosos participantes sensibles a la naturaleza y deseosos de saber algo más sobre las aves y el birdwatching, por un total de 23 personas.

De parte nuestra, pusimos a disposición nuestros equipos (guías de aves, prismáticos, telescopios), nuestro conocimiento pajaril y nuestro amor al arte.

Macho de pico menor en el Fargal i la Verneda. Foto de Joan Moreno

La excursión empezó en el aparcamiento, con una introducción sobre quién somos SEOBirLife y sus Grupos Locales, y la alarmante e incipiente desaparición los humedales, ecosistemas que albergan una exuberante variedad de vida. Este desgarrador preámbulo, y sin embargo indispensable para informar y concienciar sobre la gravedad del asunto, fue impartido por Salva y Javier, respectivos guías de los dos grupos formados para ir más confortables, mejor atendidos y para minimizar el efecto espantapájaros.

Salva suele decir que a los pájaros poco importa si el humedal es artificial o natural mientras les valga. Yo añado que un humedal artificial como éste une lo útil (contrarrestar la desaparición de los humedales) a lo placentero y didáctico (ver muchos pájaros en poco tiempo paseando cómodamente por caminos construidos para el ocio). ¡Declaro esto un llamamiento para todo ayuntamiento que reúna las condiciones para transformar su apestoso río arrastrador de basura en un espacio verde ideal para el disfrute de sus ciudadanos!

Iniciamos la excursión flanqueando parcelas de secanos, en algunos puntos tapizadas esporádicamente por encinas, pinos y otras especies de árboles autóctonos, hábitat de cogujadas comunes y tarabillas comunes. No voy a hablar de los petirrojos, que nos amenazaban en cada esquina con su presencia osada y desafiante. Yo sigo traumatizada, pero por lo visto, inexplicablemente, al resto de gente les gustó mucho.

El acantilado boscoso, sobre el cual si erigen las edificaciones de Llerona, ofrecía protección y alimento a herrerillos comunes, currucas cabecinegras y arrendajos euroasiáticos, entre otras especies. La laguna principal albergaba a numerosas aves acuáticas sorprendentemente confiadas, seguramente mal influenciadas por una gran oca blanca que no escatimaba en exhibirse para ganarse algún bocado de pan (que muy a su pesar, se quedó con las ganas).

Las dos lagunas menores, cuyo acceso estaba restringido a los peatones e igualmente inaccesibles por el carrizo, ocultaban a cetias ruiseñores, inevitablemente delatados por sus intensos e inconfundibles cantos. El borde norte del parque está representado por un puente, que ofrecía una amplia visión del río Congost si se miraba hacia el sur, y un techo plagado de garcillas bueyeras y gaviotas si se miraba hacia el norte, perteneciente, como no, a una fábrica de productos de origen animal.

En la ladera del río vimos a una faisana paseando como él que no quiere la cosa, aviones roqueros sobrevolando, una garza real petrificada para el gustazo de los fotógrafos, lavanderas cascadeñas porque es exactamente aquí donde les toca estar, y muchas otras especies.

Nos gustó comprobar que, por mucho que esté hecho para que la gente camine y haga deporte, el parque mantiene gran parte de los hábitats originales, motivo por el cual este lugar bulle de vida.

Las estrellas indiscutibles de la mañana fueron cuatro: un escribano montesino en la copa de un árbol, una pareja de escribanos palustres pastando en el secano, un pico menor comunicándose a lo lejos con otro y, dulcis in fundo, un gavilán peleándose en vuelo con unos arrendajos para convertirlos en sus propias presas.

La mañana terminó con la foto de grupo, saludos y abrazos, y unos cuantos de nosotros terminamos comiendo en un delicioso restaurante e la zona.

Hembra de gavilán común en el Fargal i la Verneda. Foto de Joan Moreno

A continuación el listado de las especies de aves recopiladas:

El portal web GLSEOBarcelona da acceso a los contenidos elaborados por el Grupo Local SEO Barcelona de SEO/Birdlife quien podrá utilizar cookies propias y de terceros para mejorar la oferta de sus servicios. Si continúa navegando, consideraremos que acepta su uso. Puede obtener más información en Aviso Legal, en su apartado Política de cookies.