Reportaje de la salida a Araós-Bonaigua 2020

Este año, la Pandemia de Covid-19 nos obligó a retrasar casi un mes esta actividad pero no quisimos renunciar a ella, a pesar de los inconvenientes. Y a fe mía que fue todo un acierto.

4-7-2020 (sábado)

Empezamos la actividad en la riera de Rialp a eso de las 11,30h. Allí pudimos observar un joven y un adulto de mirlo acuático europeo, la “especie estrella” del sitio. Tampoco faltó a la cita la lavandera cascadeña y la prospección de esa zona tuvo como guarnición inesperada una pareja de papamoscas gris.

A las 14,15h llegamos al albergue de Arestuí y comimos de lo traíamos de casa en el jardín. Estando allí, un señor quebrantahuesos sobrevoló la ladera de enfrente e incluso se posó durante un par de minutos, para general regocijo ya que el telescopio proporcionó buenas vistas.

Quebrantahuesos desde Arestuí. Foto de Salva Solé.
Quebrantahuesos desde Arestuí. Foto de Salva Solé.

Después declaramos tiempo libre para dejar pasar las primeras horas de la tarde al gusto de cada cual, desde la siesta al paseo.

A las 17,10h nos trasladábamos al observatorio de la orilla occidental del embalse de la Torrassa desde donde realmente divisamos muy pocos pájaros, ánade azulón aparte. Pero esta breve escala sirve para que avance un poco más la tarde y tener mejor hora durante el paseo por el Bosc del Gerdar. Allí casi nos persiguió una pareja de camachuelo común que iba apareciendo y desapareciendo a nuestra derecha conforme caminábamos.

Macho y hembra de camachuelo común en el Bosc del Gerdar. Foto de Salva Solé.
Macho y hembra de camachuelo común en el Bosc del Gerdar. Foto de Salva Solé.

A las 19,55h estábamos de nuevo en el albergue y a las 20,30h empezábamos a despachar la siempre deliciosa cena que se sirve en este alojamiento. Teniendo en cuenta que mañana debíamos madrugar, a eso de las 22,30h. estábamos por dormir.

5-7-2020 (domingo)

En esta salida, la mañana del domingo se pasa sin sentir así que es prioritario levantarse muy pronto si se desea disponer de horas suficientes. Desde el comedor del albergue pudimos contemplar una manada de gamos en la ladera de enfrente. A las 6,30h. atacábamos el desayuno y a las 7,10h nos poníamos en marcha. Subiendo desde Araós, vimos una liebre cerca de la carretera. La visita al Bosc de Virós tuvo su primera parada en las Bordes de Virós. Caminamos al oeste de la fuente, por el gran prado donde todavía se mantiene un huerto montano, quizás de patatas. El enclave resultó productivo en especies comunes como el zorzal charlo pero lo más valioso fue la breve visión de bisbita arbóreo y varias apariciones de mosquitero papialbo. Luego subimos a pie por la pista un corto trecho, obteniendo el único piquituerto común de la jornada. Al proseguir el ascenso, algunos tuvimos una breve y lejana visión de picamaderos negro.

La pausa de más arriba, en las Bordes de Buiró, resultó breve ya que no movía nada.

Como siempre, la última parada de este recorrido tiene lugar en el refugio del Gall Fer. En ese enclave, esta vez los verderones serranos se hicieron de rogar. A continuación emprendimos el trayecto al Port de la Bonaigua, que dura cosa de media hora, pero que siempre vale la pena.

En la Mare de Deu de les Ares hicimos la primera parada de esa ascensión y caminamos vallecillo herboso arriba hasta localizar el alcaudón dorsirrojo pues siempre crían en esa zona al menos dos parejas.

El segundo paseo lo llevamos a cabo en la zona rocosa de más arriba. Esa fue el área más generosa ya que en el transcurso de una hora, rodead@s de collalbas grises, pudimos identificar varias especies valiosas: roquero rojo, mirlo capiblanco, chova piquirroja, chova piquigualda y escribano cerillo; ¡un reparto estelar! Tampoco faltaron aves menos escasas como el acentor común, el pardillo común y el bisbita alpino; aquí contamos once especies de aves.

Acto seguido bajamos a comer al picnic de la Torrassa (orilla oriental) desde donde iniciaríamos el regreso a Barcelona. Durante la comida algunos decidimos visitar el vertedero de Tremp y no fue mala idea porque disfrutamos de la visión varios ejemplares (edades variadas) de alimoche común, así como un bando de más de 200 cuervos grandes, varios buitres comunes y un inmaduro de Águila real.

Alimoche común en el vertedero Tremp. Foto de Salva Solé.
Alimoche común en el vertedero Tremp. Foto de Salva Solé.

Pocas veces nos sucede que veamos todas y cada una de las especies clave que citamos como posibles en el anuncio de la salida, pero esta ha sido una de esas magnas ocasiones. Por mentar algunas ausencias de aves no exclusivas de los ecosistemas visitados, apuntaré que fallaron el pico picapinos, la alondra totovía, el zorzal común, el chochín paleártico, el herrerillo capuchino, el reyezuelo sencillo y el escribano montesino, especies que a veces se dejan ver en esta salida. Tampoco faltaron los mamíferos ya que vimos una liebre, un corzo, cosa de veinte gamos y cuatro marmotas. Además, tuvimos un tiempo muy soleado y con agradables temperaturas.

Aquí puedes descargar el listado (Censo aves Araós-Bonaigua 2020) de las aves detectadas en esta salida. Que conste que nadie vio todas las especies citadas; la lista es la suma de lo aportado entre tod@s.

Salvador Solé

Ornitólogo, fotógrafo, viajero y articulista. Socio de SEO/BirdLife desde 2002, colabora con el Grupo Local SEO Barcelona desde su fundación en 2010 y desde el mismo imparte cursos y charlas, también es guía de excursiones ornitológicas divulgativas.

Un comentario en «Reportaje de la salida a Araós-Bonaigua 2020»

  • el 4 septiembre 2020 a las 20:29
    Enlace permanente

    Gracias por el reportaje y fotos increíbles 🙂

Los comentarios están cerrados.

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